La coyuntura actual en la que vivimos nos ha dado una cachetada y nos ha mostrado que ese cheque en blanco a cambio de “seguridad”, para muchos ha sido la peor decisión, no sólo de su vida, sino también de quienes dependen de él: las futuras generaciones.
A América Latina hoy le pasa factura el hecho de no haber limitado al Estado en el pasado, el hecho de prostituir sus leyes y sobre todo no apreciar su libertad individual, sus derechos y la defensa de la propiedad privada. Hoy el Estado, por medio de sus gobernantes, te dice que no salgas, que no puedes trabajar y sobre todo que debes confiar en ellos, así puedas ver desde muy lejos que vamos hacia el despeñadero.