Una mañana, como de costumbre, revisando mi TL en twitter para enterarme de las noticias, me crucé con la opinión de alguien en el contexto de la pandemia mundial del Virus Chino, preguntándose esto “¿Por qué un deportista tiene que ganar más que un médico?”

Debido a esta crisis no quise responder con un vacío y poco empático: “Eso es el mercado”. Que sea verdad no es suficiente, a veces para que la idea tenga algún efecto debe hacerse digerible y en eso sí que fallamos los libertarios.

Veamos. En Estados Unidos, según datos actuales de Medscape Physician Compensation Report el sueldo medio de los médicos es de $299.000 anuales y $329.000 si solo contamos los sueldos de los especialistas. Cada especialidad tiene un rango de salarios muy diferentes. Así es como un médico interino gana 230 mil dólares, uno de emergencias -el archi conocido E.R.- 350 mil y un cirujano plástico 501 mil. Para tener una idea un ingeniero en Software tiene un sueldo medio de 168 mil dólares anuales, esto quiere decir que la medicina es una de las profesiones mejores pagadas. Entonces ¿por qué el empeño de algunos en compararlos con un deportista élite?

Según Forbes, el deportista mejor pagado en el mundo es un futbolista. Por eso me enfocaré en este artículo en el fútbol como punto de comparación. Lionel Messi, un jugador que solo en el 2016 vendió 1.985.000 camisetas, obtuvo unos ingresos entre junio 2018 y junio 2019 de 127 millones de dólares.

35 millones de estos en derechos de imagen. Marcas como Adidas, Huawei, Konami, Mastercard, Pepsi, Lay’s, Cirque du Soleil e incluso la empresa española de los bolichicos, Hawkers, pagan una cantidad considerable al deportista para que promocione sus productos. Tiene muchísimo sentido si verificamos toda su trayectoria, trofeos, desempeño y sobre todo el alcance que tiene sobre la gente, solo en Instagram es seguido por 145 millones de personas.

Los otros 92 millones de sueldo bruto, es decir, sin incluir lo que el Estado español le roba por Impuestos Sobre la Renta (IRPF), nada más y nada menos que ¡el 52%! Una barbaridad. De hecho solo en el año 2014 fue el mayor “contribuyente” en España.

Sin entrar en muchos detalles, Messi genera en un día lo mismo que un médico en los Estados Unidos anualmente. Y aunque a simple vista tiene poco sentido, hay que hacernos algunas preguntas ¿De 265 millones de futbolistas -según FIFA-, cuántos Messis existen en el mundo? ¿Cuantos son capaces de generar estas cifras? Solo un puñado. Los mejores en sus respectivas disciplinas. No es el caso de la gran mayoría. Si tomamos en cuenta el informe anual de Global Sports Salaries Survey para el año 2019, los futbolistas mejor pagados pertenecen a las 5 principales ligas europeas, para otras competiciones como la de Escocia, 10 de 12 equipos pagan un sueldo medio anual de 175 mil dólares. Entonces, ¿Quien genera mas dinero? ¿Un médico promedio o un futbolista promedio? Sí, la diferencia de sueldos entre Messi y un médico es abismal. Pero la diferencia entre el mismo Messi y la mayoría de 265 millones de futbolistas que no están en la élite es aún más grande.

La contradicción más grande es que estos defensores de la “justicia social” piden mejores sueldos para los médicos dándose golpes de pecho en las redes sociales, pero lo más probable es que ninguno esté dispuesto a pagar más, prefieren que el Estado los robe con impuestos a ellos mismos, a los médicos -que dicen defender, pero odian pagar- y a los deportistas -que critican por sus salarios, pero disfrutan viendo por tv-. Otros objetan “un médico estudió más”, cierto. Pero esto no le resta méritos al otro. Jugar desde niño, esforzarse por llegar a la cima y una vez allí mantenerse por más de una década, es algo que muy pocos han logrado. La verdad es que a la mayoría de los futbolistas les hubiese ido mejor si estudiaban medicina, pero ellos ejercen legítimamente sus derechos a ser libres y a buscar la felicidad como crean conveniente.

Esta es una situación de ganar-ganar para todo el mundo. Incluyéndonos. ¿Por qué? La imagen del deportista patrocinado se traduce en mayores oportunidades de mercado y trabajo para el resto. Por supuesto, gana mas el que más beneficios o felicidad aporta a la sociedad.

Concluimos entonces que, por absurdo que nos parezca, Messi gana millones porque le aporta felicidad a la vida de millones -no en mi caso, ya que adverso al Barcelona- y parte de esos son quienes pagan por su camiseta, por verlo en tv o en un estadio y gritar cada uno de los cientos de goles que ha marcado en su carrera, pero también son las empresas que invierten en su imagen para recibir beneficios económicos. A su vez se benefician los consumidores al obtener productos y servicios de estas mismas empresas que consideran que los hace felices, no solo por el producto en sí, sino porque su ídolo, Messi, también “consume” ese producto. Como vemos es una gran cadena -o un ciclo- de intercambios voluntarios, este es el famoso mercado, el capitalismo.

Por: Alexi Paredes – Editor