¿Cuántas veces hemos escuchado que el venezolano es flojo, “vivo”, que le gusta lo fácil y un sin fin de descalificativos como estos? Estas son etiquetas infundadas por -el sistema que ha destruido nuestro país en las últimas 6 décadas- la izquierda. Pervirtieron los incentivos, eliminaron la meritocracia, sistematizaron el amiguismo y han procurado destruir la base de la sociedad: la familia ¿Como podíamos esperar buenos resultados? Nunca fue culpa de la “idiosincrasia venezolana”, sino del sistema.
Han aniquilado nuestro autoestima como país. Los más débiles han sucumbido a la idea de que un líder político mesiánico es su única salvación. Otros hemos dejado de creer en nosotros mismos como venezolanos, como nación. Pero ¿Hay motivos para creer que Venezuela será un país libertario y capitalista? A continuación daré tres razones que me hacen creer que si:
1) El venezolano es emprendedor.
Las ganas de emprender forman parte de nuestro “ADN”. El querer “montar” el negocio propio, el taller, el consultorio; el querer “ser mi propio jefe”. Son temas diarios del venezolano que busca progresar. Con condiciones de libertad en el mercado, hay muchísimas posibilidades de llegar a ser uno de los países con más emprendimientos nuevos en el mundo.
2) El venezolano es individualista.
Los “intelectuales” y las masas detestan esta característica, por cierto, bien arraigada en los venezolanos. Por supuesto que existe la solidaridad, pero en sentido general actuamos en favor de nuestros propios intereses. Y esto no es para nada malo, como dijo Adam Smith: “No es por la benevolencia del carnicero, del cervecero y del panadero que podemos contar con nuestra cena, sino por su propio interés.” Es decir, las acciones individuales a pesar de estar impulsadas por intereses propios y en algunos casos, profundamente egoístas, al final causan un bienestar concreto a la sociedad.
El individualismo es la senda.
3) El repudio hacia el socialismo.
Y esta, quizás, es la prueba más contundente de porqué se nos viene un futuro libertario y capitalista: se está formando una nueva generación que repudia las ideas socialistas.
Imagínese miles de personas -individualmente- padeciendo el socialismo. Quizás un joven que siente que se le van los años productivos de su vida. Quizás una señora mayor a la que el socialismo la puso a sufrir para conseguir alguna medicina. Quizás un padre joven, que no consigue suficiente dinero para llevar lo necesario para su hija pequeña. Como sea el caso, muchos y cada vez hay más personas que sienten la necesidad de leer e investigar por qué están viviendo esa pesadilla en Venezuela. Pero esto no termina aquí, una vez descubren la raíz del problema, comparten sus ideas con otros, se unen para pasar a la acción. Odian el socialismo y quieren acabar con su práctica.
De esta forma surgen una cantidad de movimientos civiles (Movimiento Libertario de Venezuela), políticos (Rumbo Libertad, Disobey), partidos políticos (Vente Venezuela) o medios de comunicación alternativos (como unos servidores en iF Revista Digital), que en cada uno hay individuos valiosos para la causa libertaria. Todos siguen el mismo patrón: la coherencia. Y comparten el mismo enemigo: la izquierda, sin importar el rostro de turno.
Personalmente creo que en 20 años de chavismo y 60 de socialismo, por fin está surgiendo una verdadera oposición. Recuerdo que hace un par de años, Gloria Álvarez dijo que lo que pasaba en Venezuela era cuestión de las élites (políticas, económicas, influencers y medios de comunicación; todas corruptas por supuesto). Pues está llegando el momento de sustituir estas élites podridas, por unas nuevas, llenas de gente que ama la libertad.
Por todas estas razones yo creo que Venezuela sí tiene mucho potencial. No por su ubicación geográfica, por su petróleo o minerales. No. Nada de esto define la prosperidad de un país. Su potencial reside en su gente. Venezolanos con ganas de emprender, individualistas y sobretodo tienen en común el amor por la libertad, por respetar el proyecto de vida del otro y un desprecio total por el socialismo.
Por: Alexis Paredes: