Se cumple el sexto año desde el anuncio de la muerte de Hugo Chávez y el Presidente Interino, Juan Güaidó, hace pocas semanas reivindicaba su legado en un tweet. Pero, ¿Cuál es el legado de Chávez?

En el año 1998, los problemas más relevantes para los venezolanos eran la inseguridad, la inflación y la mala calidad de los servicios públicos y el inmenso tamaño del Estado. En 2013, esos problemas no solo persistían, sino que se han agravado. En cuanto a los problemas del Estado, en 1998, la deuda externa era de aproximadamente de $40 mil  millones, hoy no sabemos cuánto es la deuda.

Por su parte la producción de petróleo era de poco más de 3 millones de barriles diarios, en 2013 era menos de la mitad. La inflación ya ni se sabe de cuánto es, pero lo que sabemos es que somos líderes mundiales y el Estado ha crecido a niveles que es prácticamente imposible realizar una auditoría del patrimonio público.

Desde la década de los 70s, donde los socialistas Rafael Caldera y Carlos Andrés Pérez cometieron la desgracia de nacionalizar las industrias básicas y los hidrocarburos, los derechos económicos de los ciudadanos venezolanos se han ido menoscabando y la relación de la ciudadanía con el Estado ha sido de dependencia.

En un país normal, donde el Estado se encuentra limitado ocupándose de sus funciones naturales que no son más que la defensa y garantía del derecho a la vida y el de propiedad privada,  la relación Estado-Ciudadano es la inversa, es decir, el Estado depende de los ciudadanos mediante el cobro de impuestos. Dejando a la economía desenvolverse mediante el mercado libre.

El “Legado de Chávez”, ha sido el de la dependencia y la sumisión del ciudadano para con el gobierno. Ha sido el paso del socialismo (propiedad estatal de los medios de producción) light de la cuarta república, al socialismo en su máxima expresión.

Los objetivos de la ciudadanía deben ser no solo salir de la tiranía para instaurar una democracia liberal, sino también salir del socialismo para instaurar el capitalismo, el libre mercado.

 Del socialismo al capitalismo

Necesario es restablecer los derechos económicos. Esto pasa por eliminar la concepción del Estado empresario, privatizando todas las empresas, incluyendo PDVSA, de hecho, yo diría que empezando por PDVSA, privatizando tierras y dando derechos de propiedad del subsuelo a la población como lo hacen en los países desarrollados.

Eliminar el control de cambio y el de precios, decretar la libertad monetaria para que las personas comercien con la moneda que quieran, eliminando el privilegio del gobierno al poder ellos comerciar con dólares pero obligando al ciudadano a hacerlo en bolívares y muchas otras medidas que apunten a la libertad económica. En definitiva, desandar el largo camino que se ha venido andando desde 1974.

De la tiranía a la democracia liberal

Así como se han socavado los derechos económicos, los derechos políticos también se han mermado. Las funciones básicas del Estado que son seguridad y justicia ya están secuestradas por bandas criminales, nacionales y extranjeras. En este particular nos suscribimos a la tesis del Profesor Juan Carlos Sosa Azpúrua, solicitando la ayuda de organismos como la interpol y la DEA, para -mediante labores de inteligencia- ir penetrando todo el entramado de lo que es la banda criminal más grande del planeta: El Estado venezolano.

Paralelamente a la toma del control de los organismos policiales y FAN, se debe ir por los organismos políticos, por el CNE, la entrada al país de los magistrados del TSJ en el exilio y de la fiscal (sí, la fiscal, lo digo con lamento).

El legado de Chávez no debe reivindicarse, sino que debe ser eliminado y rechazado para que más nunca vuelva.

Por: Dakar Parada – Editor