«Es más fácil no dar el poder a ciertos hombres que impedir que abusen de él» Marie-Jeanne Roland de la Platiere
El socialismo que padece Venezuela es aplicado cuidadosamente y de la forma más perversa por la izquierda nacional, con el único fin de secuestrar el poder y permanecer en él hasta el final de sus días y poder saquear todo lo que sea posible.
Bajo la premisa de una revolución bolivariana y un contexto de izquierdas en conflicto llegaron los peores de la mano de millones de venezolanos que permitieron ser masificados y con populismo, pan y circo se permitió el planteamiento de una hegemonía destruyendo así toda postura que pudiera reivindicar la democracia.
La izquierda está en el poder y sacarla de allí es una cuestión ya existencial. Esto porque lo que busca es adiestrar a los ciudadanos como si fuesen perros y la técnica para volver a la gente obediente son las colas.
No fue casualidad ni mucho menos un error político que Jacqueline Faría -destacada funcionaria del chavismo- dijera que «las colas son sabrosas” porque es un lugar de encuentro para la gente. Lo que intentan este socialismo -como muchos otros- es acostumbrar a los ciudadanos a la miseria para que luego -cuando el gobierno suelte la comida- los ciudadanos vean ese acto como noble y pueda esto servir de herramienta política para elecciones.
Cuando entrenas aun perro y no hace lo que quieres, no le das comida. Pero sí en cambio el perro es obediente y alza la pata cuando le digas, lo premias. De esta manera lo que ha hecho la izquierda es mandar la comida para que se distribuya cuando lo ve necesario, pero cuando ve que los ciudadanos están molestos o han protestado, les cancela el suministro de alimentos y no hace los famosos mercales. El fin de esta estrategia es amansar a la sociedad hasta el punto que le agradezcas por las migajas de comida que comes al responsable de la crisis.
La conciencia y la razón en nuestra sociedad será determinante en nuestro futuro. Esta crisis que nos trajo la izquierda venezolana solo se repetirá si volvemos a escoger a los candidatos que la izquierda promocione.
Como ciudadanos libres debemos vencer el intento de adiestramiento que los saqueadores nos plantean y liberarnos de las cadenas del estatismo que nos mantienen en la miseria.
Uno de los casos de recuperación que podemos mencionar es el de Nicaragua, donde la inflación gracias a los socialistas llego a 38.000 % y diez días luego de la llegada de la democracia en manos de Doña Violeta Chamorro la situación económica comenzó a mejorar hasta llegar con el tiempo a 14% de inflación. Actualmente Nicaragua es gobernada por un autoritario Estatócrata que llego al poder gracias a la chequera que Hugo Chavez puso a su disposición, pero los pueblos que conocen la libertad, tarde o temprano la recuperan.
Nicolás Maduro no podrá entrenarnos para que hagamos lo que él ordene. Los venezolanos no somos perros ni bestias sino ciudadanos libres y al final triunfaremos lo que significa que podremos desarrollarnos libremente en una República Liberal que nos reconozca como individuos independientes que pueden cooperar para que nuestra calidad de vida sea aún mayor.
Se acabó la fiesta y estamos pagando las facturas que nos dejaron los corruptos rojos, y esta situación socialista debe servirnos para que nunca más, un gobierno de izquierda pueda destruir nuestra sociedad. Esta experiencia debe servirnos para que no permitamos nunca que se viole la propiedad privada y sobre todo, para que nos anulen como individuos.
El reto más grande de Venezuela será recuperar la confianza en nosotros mismo y en nuestros hermanos. Fueron efectivos en entrenarnos para pelear entre nosotros y mendigar pero la recuperación cuando se lleve a cabo será magnifica.
“Elegiré amigos entre los hombres, pero no esclavos ni amos. Elegiré sólo a los que me plazcan, y a ellos amaré y respetaré, pero no obedeceré ni daré órdenes. Y uniremos nuestras manos cuando queramos, o andaremos solos cuando lo deseemos” Ayn Rand
Por: Anderson Riverol