“No solo de pan vive el hombre” y, aunque viviese solo de ello, la gran pregunta que debemos hacer es: ¿cómo lo obtuvo? Y así sabremos la calidad de empresario que tenemos en frente.
El objetivo de todo empresario tiene que ser, sin duda, aumentar su patrimonio y para lograrlo debe producir disponiendo de Recursos, Intelecto y Libertad. Pero hoy día, la sociedad alaba a falsos empresarios, esos que llenan sus bolsillos a través de la corrupción y del ventajismo que consiguen con previo acuerdo con los gobiernos. El mundo comete el error de llamarlos “capitalistas”, pero no lo son, ellos son meros oportunistas, son mercantilistas.
La nueva generación de empresarios debe enterrar esas malas prácticas y asegurarse de que la fuente de su riqueza provenga de sus virtudes:
Ser De Principios Radicales
Al igual que no permitiría que la fórmula de su producto sea alterada porque se perjudicaría la calidad de este, el verdadero empresario no negocia si sus principios están siendo amenazados. Es fiel a sus creencias, no se deja chantajear, no actúa ni en perjuicio de otros y mucho menos de sí mismo. ¿Y si pretenden obligarlo? Declara la guerra.
No Valerse De Favores Gubernamentales
Pedir a un gobierno favores para lograr una ventaja es un acto de cobardía de quienes temen competir, seguramente porque saben que si dejan libre a la competencia esta les ganará, sus clientes podrán elegir libremente e irán a la quiebra. El verdadero empresario no teme competir en igualdad de condiciones ante la ley, confía en su producto, reconoce sus ventajas competitivas y persuade al cliente para que se convenza de ello. ¿Y si no lo logra? Asume las consecuencias.
Ser Competitivo
Típico es escuchar críticas sobre aquellos que juegan para ganar y los acusan de ser muy competitivos con cierto tono de reproche, pero: ¿sería posible el mundo de los negocios sin competencia? Sin duda que se trata de la supervivencia del más apto y para ello es necesario que el verdadero empresario se esfuerce por ser el mejor. ¿Y si no gana? Lo vuelve a intentar.
Apostar A Los Acuerdos Libres Y Voluntarios
Como bien dicen, “La violencia es el arma de los que no tienen la razón”. Valerse de la extorsión para lograr cerrar tratos lo hace solo quien planea una estafa. Un verdadero empresario sabe que el compromiso mutuo se logra solamente a través de actos voluntarios y estos son solo posibles si existe la libertad de elegir. ¿Y si no logra convencer? Mejora la propuesta o intenta con otro.
Promover El Libre Mercado
De nada sirven una gran cantidad de ideas, de recursos y de esfuerzo si las restricciones son mayores que las libertades. Un verdadero empresario acepta solo aquellas leyes que le permitan proteger su propiedad de los abusos de otros (incluido el gobierno) y defiende expresamente su derecho a incursionar el mundo de los negocios con solo dos limitantes: sus capacidades individuales y la voluntad del mercado. ¿Y si fracasa? Se arriesga de nuevo.
Si sabemos que el mundo necesita un gran cambio, ¿seremos nosotros la nueva generación de empresarios?
Por: José Miguel | Foto: Daniel Guy
Redactador por primera vez para: www.codigonuevo.com