Ver este artículo en Youtube aquí
Puede que la palabra le haya parecido una grosería; incluso quizás se sintió tentado a no leer esto por esa simple palabrita, pero ya que está aquí continuemos mientras le explico el porqué. En mi texto Venezuela, ¿Cómo Recuperar El País Que Nos Dejamos Robar? Afirmé que es indispensable que los venezolanos desconozcamos la constitución nacional de 1999 de la República Bolivariana. Aunque hay 349 razones para desconocer esta constitución, yo me centraré en la que considero más importante y oportuna dada nuestra crisis económica actual: el Capítulo VII de “derechos” económicos, desde su artículo 112 al 118.
En el texto citado anteriormente, además de invitar a que desconozcamos la constitución nacional afirmé que el venezolano es un zombi, sin identidad y sin derecho de propiedad. ¿Qué es el derecho de propiedad? Poder hacer con mi vida y el fruto de mi trabajo lo que yo quiera, así de simple. Pero sin profundizar mucho en esto tan filosófico aunque elemental, el derecho de propiedad no es algo que se reduzca a simplemente poder tener mi carro, mi casa o mi negocio. El derecho de propiedad empieza por el derecho a la vida, a tú propia vida.
¿Cómo sustentarías tu propia vida si no puedes dedicarla al sector productivo de tú preferencia? ¿Cómo vas a querer producir si no puedes disponer de eso a lo que le dedicarás tiempo, energía y talento? Bueno, ese Cap. VII de “derechos económicos” te prohíbe tajantemente este derecho.
Comenzaré con el ART 115 que afirma que en Venezuela se “garantiza el derecho de propiedad” pero unas líneas más adelante dice “que toda propiedad estará sometida a las contribuciones, restricciones y obligaciones que imponga la ley”. No obstante, el mencionado artículo termina diciendo que “cualquier propiedad (que ya no es propiedad) está sujeta a expropiación si a algún funcionario se le ocurre que tu casa, tu carro o tu negocio es un bien de utilidad pública”. Si no me cree, vaya y lea el artículo y se dará cuenta que en Venezuela no está garantizado el derecho de propiedad.
Pero a los que redactaron esta mierda de constitución no les bastó con eso. El ART 112 dice que “toda persona es libre de dedicarse a la actividad económica de su preferencia sin más limitaciones que las previstas en la constitución y las leyes”. Piensa en esto por un momento: si me están diciendo que soy libre para dedicarme a lo que yo quiera y luego me dicen que estaré limitado por funcionarios públicos, ¿qué clase de libertad es esa? Sí, la respuesta es: ninguna libertad.
Para terminar, el ART 113 dice que “no se permitirán los monopolios” que por cierto, pueden ser impuestos solo en complot con la ley. Para demostrar que esto es cierto, el mismo artículo cierra afirmando que “cuando se trate de explotación de recursos naturales, el Estado podrá otorgar concesiones por tiempo determinado” con lo cual se afirma que los monopolios en Venezuela solo pueden ser aquellos que el Estado otorgue arbitrariamente por medio de una concesión.
Esta es la razón más potente para desconocer la constitución nacional de 1999. Si no tienes derecho a tu propiedad en la forma de “el medio a través del cual sustentas tu vida y la de aquellos que te interesan (industria, negocio, casa, carro, etc.)” entonces no tienes derecho a la vida y mucho menos libertad.
Si el Estado considera que tu propiedad es expropiable, te la va quitar con lo cual podrías morirte de hambre (caso: Franklin Brito). Si al Estado se le ocurre que es necesario restringir tu producción a través de precios regulados, asignación específica de productos qué producir o simplemente hacerse con tu mercancía una vez que la produces, entonces no eres dueño de tu negocio (caso: Empresas Polar y Farmatodo, entre miles de otros). Y si el Estado cree que hoy es buena idea cobrarte el 34% por tu trabajo más el 12% por tus compras y tú estabas planeando con eso hacer un mercado para tu casa, unas vacaciones en familia o invertirlos en la idea de negocio de tu preferencia, entonces no podrás (caso: todos los venezolanos sin excepción).
Estimado lector, en Venezuela no hay derecho de propiedad, y como dijo Ayn Rand: sin derecho de propiedad, ningún otro derecho es posible. La constitución nacional de 1999 es la razón por la cual hoy somos no más que meros esclavos; un tanto más modernos pero esclavos. ¿Seguirás pensando que es un documento “hermoso, moderno y el mejor del mundo”?
Por: José Miguel | Foto: runrun.es