“Filosóficamente el místico es, por lo general un exponente de la escuela intrínseca (lo revelado) de la epistemología. El escéptico es un defensor del subjetivismo epistemológico. Pero, psicológicamente, el místico es un subjetivista que utiliza al intrincisismo (rechazo de la objetividad) como medio para reclamar la primacía de su conciencia por encima de la de los demás. El escéptico es un intrinsicista desilusionado que, al fracasar en su intento por hallar una guía sobrenatural automática, busca encontrar un sustituto en el subjetivismo colectivo de los demás.”- Ayn Rand, Introducción a la Epistemología Objetivista.

Venezuela padece una dirigencia política repleta de místicos y escépticos con sus pocas excepciones. Gobernando a través del colectivismo con un intento decidido a la anulación del individuo que en pocas palabras es el asesinato de la razón de los ciudadanos para convertirlos en esclavos sin mente, que solo sepan comer, caminar y vestirse como muertos que viven.

Esa visión colectivista ha mutado su nombre conforme ha pasado el tiempo y el actor que decide usarlo, como por ejemplo: los que gobiernan (o desgobiernan) llaman al modelo colectivista “Socialismo del Siglo XXI”, mientras que algunos de los que dicen oponerse usaron un nombre más comercial y lo llaman “Progresismo”. Siendo estas propuestas mágicos instrumentos que llevan a la destrucción masiva que comienza en la economía y termina en los individuos.

Para identificarlos mejor podemos analizarlos por separado de la siguiente manera:

• Los Místicos en su mayoría son los que están en el régimen defendiendo otras realidades que no existen, argumentando que Venezuela hoy a pesar de estar sumida es la peor miseria de las últimas décadas es una “Potencia”. Hablando de que este régimen respeta los derechos humanos cuando su ministro a través de una resolución (8610) legaliza el asesinato de protestantes pacíficos. En síntesis defienden alucinaciones que ven como reales o demostradas.
• Los Escépticos, donde podemos encontrar a muchísimos en una oposición con una postura acomodaticia y en medida colaboradora con las matrices de opinión que el régimen lanza como la postura del Diputado Ricardo Sánchez quien decidió pegar gritos en una plaza contra EEUU o el gobernador de Lara que con una nefasta carta trata de rechazar ataques que no existen y que como todos sabemos las sanciones que promulgó el presidente Obama son solo para corruptos violadores de derechos humanos. En sí, este grupo desilusionado porque sus creencias falsas de que los pobres son brutos y deben ser guiados por el “camino del bien” no han dado grandes resultados, han decidido una tesis de enamoramiento extraño a la población y supuesto convencimiento de lo obvio, que al final terminará en otro colectivismo y fracaso.

La verdad es que tanto los políticos místicos como escépticos son una traba para que Venezuela avance por lo que se necesita personas valientes, que llamen las cosas por su nombre, que sean objetivos y crean en la razón y en los individuos y propongan un modelo no solo económico sino moral, para que ocurra una transición de este desastre y exceso de izquierda a una sociedad occidental, civilizada, honesta e individualista con una ética para el trabajo y la superación. En pocas palabras: una sociedad capitalista.

Por: Anderson Riverol  |  Foto: elnuevoherald.com