¿Cuántas veces has escuchado o mencionado que los ricos deberían darle las gracias a la sociedad por toda la riqueza que poseen? Y con “ricos” me refiero a esos grandes genios que han sabido crear riqueza gracias a su ingenio y trabajo duro. Sí, esos a los que tanto se suele criticar, pero debemos admitirlo: todos quisiéramos ser uno. ¿Y si somos nosotros quienes les debemos?
Es más fácil inclinarse hacia el reproche en lugar de dar gracias, pero reconocer el trabajo de quienes nos hacen la vida fácil y agradecerles puede significar la diferente entre merecer o no. Piensa por un momento que cuando tú quieres tu propio negocio, parte del objetivo es por supuesto crear tu propia fortuna; piensas en grande y deseas recibir el pago por lo que haces.
Imaginas tu pasión convertida en una mina de oro, todo aquello cuanto quisieras se convierte en un ideal y lo proyectas a futuro. Sea cual sea eso de lo que quieres vivir, no quisieras que los demás lo puedan tomar e irse sin siquiera dar las gracias; tu trabajo es tu vida. ¿A qué genios me refiero? Trataré de que lo entiendan contando que, mientras me tomaba un buen café, quien lo preparó me preguntó ¿le gustó el café? y claro que sí. Luego me dijo que él sabe preparar un buen café “gracias a Youtube”.
Reflexionando: ¿Por qué creer que el creador de Microsoft nos debe algo? Si gracias a él podemos llevar nuestras cuentas en una tabla de Excel y ofrecer servicios profesionales, de hecho yo estoy redactando este texto en Word. ¿Quién no ha vendido algún producto publicándolo en su perfil de Facebook? Y su creador no recibió comisión por la venta, de hecho, compartiremos este artículo por esa red social y más personas lo leerán. ¿Qué tal el creador de Youtube? Porque todos hemos visto algún tutorial sobre cómo usar Photoshop, cómo desbloquear nuestro iPhone o ese caso de cómo preparar un buen café.
Ni hablar del creador de Google porque a él le debemos nuestra carrera universitaria y parte de nuestra profesión; hasta ha sido médico de cabecera cuando consultamos nuestros síntomas en su buscador y sale alguna respuesta. Una vez escuché que Google es “el Dios que sí responde” y no es para menos; todo lo que se nos ocurra Google lo responde. Entonces ¿es lógico creer que ellos le deben algo a alguien?
Si alguien lo hizo por nosotros, démosle un aplauso y las gracias. La importancia de saber agradecer es que esa acción nos hace merecedores de lo que recibimos. Esos visionarios ni siquiera nos preguntaron qué queríamos, simplemente dijeron “aquí está”. Tú también tienes algo que darle al mundo y esperarás recibir algo de vuelta, tú también eres un visionario; y si llegas a donde quieres ¿creerás que eres tú quien le debe tu éxito e ingenio a la sociedad?
Por: José Miguel | Foto: another.point.in.time