Hace un par de días, al igual que muchos, observaba las noticias. Seamos sinceros no somos una sociedad perfecta y siempre tendremos desafíos por superar, no es menor sentir esa sensación de pesimismo y contagiamos a otros con un sentimiento de desaliento, angustia y pesar.

Es en este sentido que la reflexión de Guy Sorman, próximo a visitar Chile, llega en el momento justo, a veces es bueno que otros nos recuerden mediante su reflexión que no hay milagros en la sociedad y que los “ingenieros sociales”, muchas veces bien intencionados, nos terminan imponiendo por la violencia del discurso y mediante la acción violenta una visión, realidad y contexto de sociedad.

Él al igual que Tocqueville, notable filósofo francés del siglo XIX, es un observador de la sociedad, de ahí toma su metodología, con pluma y discurso elocuente, lo transmite a quienes quieren escucharlo. Pero a diferencia de su maestro intelectual Sorman no es un pesimista, recordemos que Tocqueville veía con espanto que Francia de la primera mitad del XIX se dirigía con a un autoritarismo sin retorno, observaba y registraba con rigor y ojo crítico el sistema de democracia en el naciente Estados Unidos. Su análisis agudo y crítico inspiro una reflexión profunda en torno al gobierno limitado, el rol de las ideas, ciudadanía y la importancia de la libertad, que veía amenazados inexorablemente en su país.

Guy Sorman en ese sentido se parece más a Milton Friedman, a quién destaca como referente señalando sin tapujos «Fue él quien hizo de mí un optimista». No es tan solo la forma en que Friedman entrega el mensaje de la libertad, en la academia y a las personas comunes, es el profundo relato de esperanza que contagia, la capacidad de cambiar el destino con trabajo duro, en donde la felicidad no se ve determinada a una forma de pensar, actuar sino en el ejercicio de la libertad y las opciones que cada uno toma en su vida, no es tan solo el poder del mercado son las personas.

¿Por qué ser optimista?

Pues algunos suelen olvidar que la sociedad está compuesta por personas, estas son las generadoras de cambios, riqueza y alegrías, somos cada uno de nosotros quienes aspiramos a la búsqueda de la felicidad, por eso la importancia de la tolerancia, libertad y democracia.

El mismo Guy Sorman señala que “la tradición francesa es esencialmente pesimista”, pero su opción no fue esa, incluso encontrando detractores en el ámbito académico por esta actitud, el mismo Raymond Aron le señaló “tus textos están bien, pero tú optimismo está completamente equivocado”. La actitud es clave en torno a la vida y no es momento de estar pensando en el desastre sino sobreponerse y ver las opciones que podemos tomar.

El ejercicio de la libertad es amplio, como también fundamental hacerlo con responsabilidad, es lo que ha generado inspiración a millones de personas, no a imponer un discurso por medio de la explotación de la envidia y el odio, sino que también por medio de la tolerancia, respeto y diversidad.

Aun en el peor de los escenarios esa característica no se pierde, es la esperanza y la convicción de que podemos cambiar las cosas, no solos y no imponiendo, respetando las diferencias y con alegría en un futuro libre, próspero y en paz. Es buen momento para recibir a Guy Sorman, siempre es bueno que nos recuerden que la libertad está presente y el optimismo es el generador de cambio.

Por: Ernesto Medalla  |  Foto: Stefano Corso