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Respuesta A La Carta Del Hijo Del Genocida Nicolás

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Lee esta respuesta a la carta que el hijo del dictador de Venezuela Nicolás Maduro Guerra, envía al hijo del Defensor del Pueblo Yibram Saab, por su video a su padre, incitándolo a hacer lo correcto y pronunciarse contra la represión en Venezuela.


Voy a ir al grano, Mini Nicolás.

Tuve la falta de respeto -a mi tiempo- de leer tu carta a Yibram Saab. Hasta este momento, los venezolanos no decidimos si creer en lo que Yibram dice en su video o buscarle la vuelta a una nueva movida del G2 cubano al que tu «valioso» comandante Hugo Chávez dejó entrar a Venezuela y sin el que tu «papito» no seguiría en poder un día más.

Todos sabemos que esta desconfianza «entre hermanos» es parte del plan macabro que Hugo Chávez tenía para Venezuela y que tu papito bailarín, heredó. Pero no seguiré en cada párrafo recordando a Chávez, porque de ese ya se encargó la justicia terrenal -si es que no fue el mentor de tu papito- y nosotros tenemos que encargarnos del culpable actual: tu papá Nicolás Maduro.

No te voy a pedir que reflexiones, porque yo sé muy bien que un comunista no tiene conciencia, pena ni vergüenza; eso es solo para los verdaderos hombres. En tu carta lo demuestras así, al sentirte orgulloso del «trabajo» que tu papá ha hecho, saqueando a una nación que ha podido ser un gran país, en alianza con los peores narcotraficantes de la era actual y dando órdenes para que sus mercenarios del mal aniquilen a nuestra juventud venezolana.

¿Que no estás de acuerdo? Me sabe; así como a ti te sabe que tu papá esté pagando tus lujos con el fruto de su saqueo, quizás porque desde niño sabías que él sería incapaz de ganarse la vida honradamente.

Puntualizando en detalles de «tu carta»:

Dices que «los terrorista están tras las rejas ahorita, que son asesinos comprobados e incitadores del odio». Tú sabes que no es así, todos ellos están «gobernando» con tu papito ahorita, a algunos de ellos los puedes ver en esta camionetota. Tu papá es -hoy día- el principal incitador del odio en Venezuela. De ejemplo, puedes ver este video donde «amenazaba con volverse loco«, producto de sus ideas de izquierda y de toda la cocaína que debe meterse para mantenerse «atento». También tienes este otro día donde «llamó a los colectivos armados a apagar candelitas«; llamado que fue perfectamente acatado por los amiguitos de tu «papi», volándole la cabeza de balazos a nuestros jóvenes venezolanos.

Justo aquí es necesario mencionar eso que dices en «tu carta»: «Es tiempo de la mejor generación que ha pasado por Venezuela». Tengo que aclararte que a la mejor parte de esta generación -que no es la revolucionaria- tu papito la ha dividido en varios pedazos: a unos nos hizo salir del país, a otros los está mandando al más allá a punta de tiros y gases lacrimógenos y a la otra parte las tienes en las calles de Venezuela, protestando, jugándose la vida y plantándose en contra de la narco-dictadura de tu papá. Ya debes entender por qué Yibram se les ha unido.

En este punto debes estar diciendo que «esta respuesta está llena de odio escuálido». Para que no pierdas tu tiempo, te digo que sí, que sí está llena de odio; de odio hacia ustedes que representan el mal, de odio hacia el sistema que ha implementado y que defiende tu papá, de odio hacia la idea de que el país en el que nací y crecí esté actualmente en manos de los peores delincuentes de la nación. Contra eso que ustedes representan, sentir odio no está mal.

Y aquí viene la parte que más me preocupa de «tu carta»: tu despedida hacia Yibram. Me preocupa porque toda tu aburrida carta -con redacción propia de un Guevarista- terminas con un: «Cuando vea a tu padre, le haré llegar el mensaje de otros amigos de nuestra infancia» y luego le envías «saludos a su mamá». Nada es más amenazante que mencionar a la familia de quien acaba de desertar. Y es amenazante porque -viniendo de un comunista- sabemos que esa es la «disimulada» forma que tienen para decirle al enemigo: «recuerda que sabemos dónde vives, quién es tu padre y conocemos a tu mamá».

Para terminar, te recuerdo Mini Nicolás:

Para nada mi intención es hacerte reflexionar. Lo que si quiero es desmentir todas esas barbaridades que dijiste en tu carta y alertar a Yibram de que -si no se ha dado cuenta- lo acabas de amenazar.

Los malos se sienten poderosos cuando creen que controlan a todos con su maldad. Pero los buenos siempre se terminan cansando, se levantan, enfrentan sus miedos y derrocan a los promotores del mal. No te creas «a salvo» de eso, que a ti y a tu papito también les va a tocar.

 

Por: José Miguel

Jose Miguel

Jose Miguel

Antes de conquistar el poder, debemos conquistar los medios, por eso fundé esta revista y no un movimiento estudiantil. Esta es mi cuenta de Twitter @JP7___

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