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No podemos decir que es el clamor de todo un país, porque aún hay muchos que no saben por qué Nicolás Maduro debe renunciar, y otros pocos aún no querrán; pero sí es el sentir y la idea que más venezolanos comparten hoy día.
Para muestra un botón, Luis Chataing comenzó este 2015 en su programa “De nuevo en la mañana”, pidiéndole a Nicolás Maduro que por favor renuncie. Muchos dirán que no es el trabajo de un humorista, pero Luis es padre de familia y su bebé también toma leche, usa pañales y merece un país en libertad. Este simple ejemplo nos define cómo está el panorama en un país que, aunque totalmente polarizado, está de acuerdo con que Maduro debe salir de la presidencia.
Aun así hay muchos que no entienden el porqué; probablemente porque la política no les importa o porque el día a día los tiene sumados precisamente en un sistema en el que no tienen tiempo ni para pensar. También hay muchos que están de acuerdo con la renuncia pero cuando les piden argumentos no sabe qué contestar.
Personalmente creo que las razones son muy sencillas de explicar.
Primero: Maduro es comunista
El comunismo es la consecuencia inevitable del socialismo y ya sabemos lo que estos dos han hecho a lo largo de la historia. Hundió a la URSS (hoy Rusia) en la completa miseria al mismo tiempo que aniquiló a más de 20 millones de ciudadanos. En China fue el climax, aniquilando a más de 60 millones, y lleva más de 50 años en Cuba condenando la vida de los ciudadanos a la miseria, al conformismo y la mediocridad. En Venezuela lleva 15 años, y cuando Hugo Chávez llegó, el número de asesinatos por cada 100mil habitantes era de 19 y hoy día llega a 79.
Además, el comunismo es el peor enemigo de la propiedad privada, por eso su afán de expropiar, saquear, robar y quebrar empresas.
Segundo: Maduro no representa lo que los venezolanos somos
Dijo Bolívar: “Un ser sin estudios es un ser incompleto”, y aunque hay muchos que han sido exitosos sin haber culminado el bachillerato o la universidad, Nicolás Maduro está muy lejos de ser uno de ellos. Las misiones llegaron para diseñar al “hombre nuevo”, una persona con educación mediocre y tendencia al resentimiento y qué casualidad que Nicolás Maduro hoy día sea quien representa eso. Por eso, los venezolanos que queremos desarrollo no nos identificamos para nada viéndolo, y aunque lo llaman “el presidente obrero”, cualquier obrero que se respete debería reclamar cuando lo comparan en esos términos.
Tercero: Maduro no es precisamente venezolano
Y no lo digo porque aún exista ese misterio sobre su lugar de nacimiento, sino porque se comporta como cubano, sus mejores amigos son cubanos, hace lo que le dicen desde Cuba y viaja en aviones cubanos. Si quisiéramos un presidente cubano, importaríamos a Raúl Castro ¿o no?
Por último: Porque Venezuela merece ser libre
Pero uno solo puede merecerse aquello que se gana, y para ganar hay que luchar. Venezuela está acostumbrada a hablar de democracia creyendo que es lo mismo que libertad, pero la solución a los problemas no es votar y que sigan eligiendo las mayorías sino que cada individuo, pese a lo conveniente que le resulta vivir en sociedad, pueda vivir todos los días en completa libertad.
No es solo un humorista, algunos políticos, artistas, venezolanos dentro y fuera del país, la gente en la calle y hasta una pancarta en el edificio de la Asamblea Nacional; yo también me uno a ese reclamo, a esa necesidad y a ese fervor de toda Venezuela: Yo también quiero que renuncies Nicolás.
Por: José Miguel | Foto: Nicolás Maduro