Amar es valorar. Solo un hombre racionalmente egoísta, que posee autoestima, es capaz de amar, porque es el único que puede mantener valores firmes, consistentes, sin comprometerlos ni traicionarlos.
El hombre que no se valora a sí mismo no puede valorar a nada o a nadie. Solo sobre la base del principio de egoísmo racional, sobre la base de la justicia, pueden los hombres estar preparados para convivir en una sociedad racional, libre, pacífica, próspera y benévola.
La virtud del egoísmo – Ayn Rand
Contraria a la creencia tradicional de que «el amor es necesidad y es dependencia de otro», sostengo que no puede existir el amor a otro o a otros renunciando al amor propio.
Amar no es sacrificarse por otra persona como supuesta demostración del compromiso hacia ella. Nadie puede sobrevivir si considera que su vida debe ser sacrificada por otros. Mantener valores firmes requiere no renunciar a ellos en ningún momento, y considerar que «el amor es sacrificio» es renunciar a tu valor más preciado: tu propia vida.
El amor es complemento y se sostiene sobre el principio de «a pesar de que puedo estar sin ti, mi vida contigo es mucho mejor». Amas a otra persona en la misma intensidad que la admiras, y para admirar a alguien es necesario entender, compartir y practicar los mismos valores y principios que esa persona.
El amor verdadero es independencia y es admiración.
Por: José Miguel | Foto: Adán Sánchez de Pedro