El pasado dice mucho sobre la forma en cómo un país es actualmente. Dar una breve mirada al pasado nos ayuda a entender el presente, y esto no aplica solamente para Suiza, del cual les voy a hablar, si no para cualquier otra nación.

Pensemos por unos minutos ¿Cómo fueron fundados las naciones Latinoamericanas? Ahora pensemos, ¿Cómo lograron la libertad? Miles fueron las fechas de batallas, derramamientos de sangre, golpes de estado, movimientos revolucionarios y paremos de contar, que debimos memorizar en la escuela, para tener un conocimiento general de nuestra historia. Todas ellas, lo crean o no, influyeron en un cien por ciento en lo que somos hoy.

Suiza, considerado como paraíso terrenal, o como lo llamo yo “maqueta del Atlantis” también tuvo su historia, y precisamente de esto es de lo que les quiero hablar.

Todo comenzó cuando tres hombres de manera voluntaria, decidieron hacer un pacto en el medio de un prado. El pacto consistía en respetar la propiedad privada y mantener la paz. Se darán cuenta de que no es la dramática historia a la que estamos acostumbrados. Este pacto, se hizo sin derramamiento de sangre, sin municiones y para cerrar con broche de oro, con completa libertad y propiedad. Por supuesto, más adelante hubo una que otra disputa, pero no los voy aburrir con tanto detalle.

Conociendo este breve inicio, les comento ahora como es Suiza en la actualidad.

Suiza está compuesta por 26 cantones (estados) que individualmente son de tamaño microscópico, pero que tiene el poder de los Estados Unidos de América. Cada Cantón tiene su propia constitución, parlamento, leyes, número de placas para vehículos, impuestos y hasta sistema educativo.

Suiza es el mejor ejemplo de lo que conocemos en Latino America -y solo porque lo aprendimos en las escuela- de lo que significa ser un Estado Federal.

Este sistema les permite a los ciudadanos vivir en completa libertad, sin depender de un Estado central y autoritario con mucho poder. El sistema político es tan diferente de cualquier otro, y le brinda tanta libertad a los cantones, que muchas veces he pensado que no existe un país como tal, sino que por el contrario, existen 26 mini países, todos trabajando en la misma dirección, pero cada uno haciéndolo a su estilo.

Por siglos, los cantones han estado ligados por diferentes pactos, pero han crecido de manera independiente, por esta razón Suiza nunca ha tenido una gran capital.

Conocemos a Bern como la ciudad principal, por albergar en ella el centro político; Basel, gracias a sus compañías farmacéuticas, es la ciudad industrial; Laussane, casa de la Corte Suprema; Geneva sede de las Naciones Unidas, es la ciudad internacional, y Zurich la más grande de todas, la económica.

Lo único que tienen en común estas ciudades es que, a pesar de sus diferencias, han sobrevivido los últimos siglos sin inconvenientes e incluso sin problemas externos. Es bien sabido por todos qué tan Neutral ha sido Suiza, que aun estando rodeado de países en constantes problemas bélicos, se ha mantenido imparcial, dejando que las bombas de los demás exploten a su alrededor. Por supuesto, hay cosas más importantes que discutir con quienes piensan diferente, como hacer dinero, por ejemplo.

Tal vez esta sea la razón por las que los cantones suizos, están siempre con el puntaje más alto, en esas listas que muestran los mejores lugares para vivir en el mundo.

En contra de todas las adversidades, este pequeño país situado en el medio de Europa, ha sobrevivido aun y cuando grandes imperios y republicas han caído; nada mal para un país manejado por un grupo de “hacendados”. Tantos países problemáticos alrededor, han mantenido a Suiza enfocada en los beneficios que se obtienen si se permanece unido. No hay nada mejor que una amenaza externa para mantener a la raya las divisiones internas. Algo así como, hacerse aliado de tus hermanos si tus padres son muy estrictos.

Una amiga comentaba que vivir en Suiza, es como vivir en una burbuja, en un mundo irreal. La verdad es que Suiza no ha estado viviendo en el mundo real desde hace un tiempo, ese mundo con historia dramática que aprendimos en la escuela.

Nunca sido partidaria de la Neutralidad, en mi cabeza solo existe el blanco y el negro, pero Suiza, bueno, ha sacado provecho de ello. Ha sido tanto el tiempo que Suiza ha estado sentada desde la barrera, observando, que ha olvidado lo que significa tomar decisiones y vivir o morir con sus consecuencias. Su historia los presenta como neutrales, incluso arrogantes sobre la posición que tienen en el mundo, pero nos ha dado un modelo de cómo un país puede enriquecerse, crecer y posicionarse a través del consenso, aun y cuando el consenso, presente las mismas fallas que en cualquier otro lugar.

Estoy segura que de haber existido más “Suizas” en el pasado, posiblemente el mundo que conocemos hoy pudiese ser mejor.

Por: Siulilba Balza

Referencia: Swiss Watching – Inside the Land of Milk & money.  Diccon Bewes