Vivimos en una sociedad donde pensar y cuestionarse las reglas es un tabú, donde pensar distinto a la mayoría es mal visto y hacer las cosas que nadie se atreve pero que todo mundo quiere hacer es sinónimo de locura para las masas. Pero al mismo tiempo todos admiran a las personas que logran salir victoriosos y ven sus proyectos hechos realidad, aunque a fin de cuentas las mayorías siempre te atacarán, simplemente por la envidia de que tú te atreves a ser tú mismo. Es allí cuando tienes que afrontar la realidad con personalidad e individualidad.

En la sociedad actual donde vivo, las personas suelen hablar de la ignorancia de los demás, pero nunca suelen verse a sí mismo si ellos son ignorantes a su propia ignorancia. Apartando este rotundo hecho que los hace a todos ignorantes, les pregunto: ¿al pensar que todos somos ignorantes y que todos lo piensen, no estamos rechazando nuestra propia habilidad de cuestionar todo y salir adelante por la atadura de las mayoría?

Acá es cuando los invito a ser el individuo que se rebela, que afronta sus acciones y decisiones con convicción y seguridad. Que enfrenta al mundo y a sí mismo basado en su razón para obtener su beneficio personal, donde aspira lograr hasta lo imposible mirando lejos, planteándose las metas en sí mismo y dejando la estela de ejemplo a seguir para quienes lo rodean como un hecho secundario.

No malgastes tus energías corriendo de la realidad, pues ella siempre te alcanzará. Mi recomendación es que asumas al mundo tal como es y a partir de allí traces un rumbo sólido donde se vean los obstáculos con claridad. Es el único modo de superarte a ti mismo de manera realista y sacar tus talentos a flote bajo tus propias convicciones y eso no te lo puede arrebatar nadie, ya que tú eres el dueño de tu vida, libertad y propiedad.

Por: Hector Giron  |  Foto: Mait Jüriado