Aunque a mi me encantan los libros y suelo ir a la librería a buscarlos, en lugar de comprarlos por internet, acepto que estos no son las únicas fuentes de información.
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Tiempo estimado de lectura: 5 minutos
De hecho, algo que me duele decir: los libros se están convirtiendo en una forma obsoleta de contar historias, compartir conocimiento y también como fuentes de información. La tecnología ofrece nuevas alternativas, más interactivas, más creativas y que presentan el contenido con experiencias más inmersivas, lo que es genial para procesar y recordar lo que uno está aprendiendo.
Pero así como los libros se están convirtiendo en medios obsoletos para compartir información, muchas de las alternativas tecnológicas se están convirtiendo en herramientas de desinformación, especialmente las más grandes y con más influencia.
En Twitter escribí:
Yo suelo ver películas random en Netflix y veo un patrón de cómo esta y otras productoras nos quieren lavar el cerebro.
HILO 🧵 corto de cómo Netflix manipula la realidad y la historia.
— Jose Miguel 🗽 | 7 (@JP_7_) January 23, 2022
El video es -por mucho- hoy día el formato de contenido favorito. Es por eso que YouTube ha tenido el éxito que todos conocemos y, especialmente entre las nuevas generaciones, esta plataforma ha hecho a los libros, morder el polvo.
No quiero hablar de YouTube, sino de Netflix. ¿Por qué?
Netflix es -quizás- la plataforma de películas y series más popular del mundo hoy día. Su crecimiento ha sido increíble, pero su influencia es lo que más me causa alarma.
Hay un patrón que he conseguido en sus películas y series:
La gran mayoría de las que he visto, venden la famosa idea de «los ricos más ricos y los pobres más pobres».
Muchas películas muestran de forma muy evidente, que «los pobres son más felices», que «los ricos son avaros e infelices» y que «quieren explotar a los pobres».
— Jose Miguel 🗽 | 7 (@JP_7_) January 23, 2022
Esta es una idea muy progre, muy de izquierda.
El comunismo siempre ha dividido a la sociedad a partir del resentimiento de los que aún no tienen nada, contra los que han acumulado poder económico. Lo hacen porque es muy fácil levantar ese resentimiento y, al ser la pobreza más común que la riqueza, pues los comunistas pueden mover masas de gente sobre la misma idea: el desprecio por la riqueza.
También es común conseguir películas que quieren promover una idea muy «europea» sobre la vida en los Estados Unidos:
– «Las ciudades estadounidenses son un caos de concreto y contaminación»
– «La vida en EE.UU. en realidad es una esclavitud al trabajo».— Jose Miguel 🗽 | 7 (@JP_7_) January 23, 2022
Y digo «idea muy europea», porque no es un secreto que buena parte de los europeos desprecian el estilo de vida estadounidense.
Dicen:
– Usan demasiado los carros
– Viven para trabajar
– No saben disfrutar el tiempo libre
– Las ciudades están en completo caos y contaminación
Esta también es una idea que los enemigos de Occidente venden con el propósito de dividir a los ciudadanos, promoviendo un desprecio por nuestro propio estilo de vida.
Pero miren esto…
Otra cosa muy evidente que pasa en Netflix es: la manipulación de la historia.
Tienen series y películas «basadas en hechos reales», pero muy alejadas de la realidad.
Es increíble ver como gente creen «conocer» la historia de Bolivar o Pablo Escobar, por las series de Netflix.
— Jose Miguel 🗽 | 7 (@JP_7_) January 23, 2022
¿Han oído hablar de los nuevos «expertos» en historia, gracias a Netflix? De seguro se han topado con más de uno que creen conocer la historia de algún país, de algún prócer y hasta de un criminal como Pablo Escobar, solo «porque vieron la serie completa en Netflix» y esta estaba «basada en hechos reales».
Repito: basadas en hechos reales, pero muy alejadas de la realidad.
En las películas de Netflix, predomina:
– La sensibilidad social
– El desprecio por el estilo de vida americano
– El odio hacia la clase alta de la sociedad
– El romantizar la pobreza
– El contar «la historia» a conveniencia de la agenda globalista
– Las ideas progresAsco.
— Jose Miguel 🗽 | 7 (@JP_7_) January 23, 2022
Podemos aplaudir las nuevas tecnologías y aceptar que la forma en la que antes se almacenaba y compartía la información, cambió para siempre. Podemos abrazar nuevas formas más creativas e inmersivas para aprender y contar los hechos y la historia, pero debemos hacerlo de forma vigilante, en favor de la verdad y en beneficio de las nueva generaciones.
Vean Netflix, si quieren, claro que sí; pero tengan mucho cuidado con lo que ven.
Si ven algo «basado en hechos reales», cuestiónenlo. Si ven algo que romantiza la pobreza, critíquenlo. Y su ven algo que ofende nuestro estilo de vida en América, desprécienlo.
Termino con esto:
Antes, la única fuente de información eran los libros. Hoy, la tecnología nos permite tener la información en muchos formatos muy cool.
¿El secreto?
Saber filtrar la información y corroborar las fuentes.Sigo prefiriendo libros, blogs y podcasts. ¿Ustedes?
— Jose Miguel 🗽 | 7 (@JP_7_) January 23, 2022