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Mi Mamá Para El Viceministerio De La Suprema Felicidad

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Sin duda alguna, los gobiernos populistas se caracterizan por crear un sinfín de cargos públicos, que entorpecen la gestión de gobierno y crean una extensa burocracia. El principal objetivo de estos cargos es -justamente- retribuir por medio de un trabajo sin sentido a la mayor cantidad posible de ¨camaradas¨ que año tras año, por medio de su ¨voto secreto¨, legaliza su estadía en el poder.

En Venezuela, a mediados del año 2013 se creó el Viceministerio para la Suprema Felicidad Social.  Este Viceministerio tiene como finalidad: gestionar las distintas exigencias, reclamos y necesidades de la población y su incorporación a las misiones, «y de atender a los viejitos y viejitas, y niños y niñas, que son lo más sublime y amado del pueblo revolucionario».

Ahora, analizando la principal función de este despacho y debido a que nos encontramos en el mes de las madres,  Yo postulo a mi Mamá para el cargo de Viceministra para la Suprema Felicidad, y si ella no acepta, estoy segura que cualquier mamá venezolana tiene currículum de sobra para ocuparlo. ¿Por qué? Les explico, toda mamá venezolana desarrolla las siguientes habilidades:

Capacidad de asumir riesgos y aceptar sus consecuencias

Y es que para ser mamá en Venezuela hay que llenarse de valor. Comenzando por el hecho de que si no tienes un seguro médico privado, no sabes hasta el día del parto bajo qué condiciones nacerá tu hijo, ni mucho menos si contarás con la ayuda profesional y especializada de un médico, y ojo, aquí no culpo a los médico, yo tampoco iría a trabajar si no me pagan. Desde el momento en que son madres, aceptan que ahora no solo debe velar por su salud y por sus medicinas, sino que también debe procurar las de su bebé. Lo que tiene más claro es que ahora, cualquier cola que hagan, la hacen por dos.

Capacidad para gestionar recursos

Hacen malabares que les permite rendir al máximo su dinero. Esto lo hacen para que su hijo nunca sienta la ausencia de un juguete o un par de zapatos nuevos. Incluso si tienen más de un nene, y corren con la suerte de que sean del mismo sexo, el reciclado de ropa, juguetes, útiles escolares, entre otros se hace indispensable.

Gran habilidad de comunicación y oratoria

Con gran paciencia y utilizando un lenguaje conforme a las distintas edades del hijo, le explican: por qué es mejor crear un parque súper divertido en la sala de la casa, en lugar de salir a jugar en la cuadra; por qué -aun cuando es mayor de edad y se encuentra en una fiesta- es mejor que llame para ir a buscarlo en lugar de que tome un taxi; por qué, es mejor hacer vacaciones en casa en lugar de ir con sus amigos a la playa.

Tú, mamá venezolana, explicas un sinfín de «porqués» a pesar de que la causa es siempre la misma: tú y tus hijos viven en la tierra de nadie, un país donde la inseguridad comienza en el mismo momento en el que abres la puerta de tu casa.

Dotes de organización

Sin contar que el día solo tiene 24 horas, a la mamá venezolana le alcanza el tiempo para: hacer y arreglar el desayuno que su hijo llevará al colegio. Hacer cola en el supermercado más cercano de casa antes de ir a trabajar, y si el tiempo no fue suficiente, dejar a alguien cuidándole la cola mientras va a su trabajo y regresa en la hora de almuerzo, rogando que ya sea tu turno para comprar.

Al finalizar su jornada laboral -que por lo general corresponde a 8 horas diarias- rápidamente regresa a su casa para hacer la cena, ayudar a su hijo con las tareas y sobre todo: propiciar esos debates que activan el sentido crítico de su hijo, ese que lamentablemente sabes que no funcionan en las escuelas. Luego de la cena, preparan el almuerzo del día siguiente, pues el servicio público y el tráfico de la ciudad apestan y la inflación es tan alta que no las deja comer en la calle todos los días, de manera que es mejor llevar la comida al trabajo.

Acuestan a sus niños y vuelven a revisar la despensa, descubriendo allí, que les toca otro día de cola.

Energía positiva que sabe motivar

Entre abrazos, palabras y alegrías, pintan un mundo distinto en casa o a través de una llamada telefónica. Tú, mamá venezolana, siempre visualizas y trabajas por un futuro mejor para ti y los tuyos.

Inteligencia emocional

Prefieren callar sus tristezas antes que demostrarlas, porque saben que son pieza fundamental de la familia, y sus lágrimas harían que todo se desvanezca. Lloras con mucho disimulo cuando despides a tu hijo en un aeropuerto, pues sabes que al fin y al cabo es mejor estar fuera de ese país en el que solo florece la maldad y el peligro. Y sin contar lo fuerte que te escuchas cuando haces Skype o llamas a la distancia.

Todas estas habilidades la desarrollas sin esperar nada a cambio. Todas estas habilidades las practicas día a día en un país que en lugar de facilitarte la experiencia de ser madre, se porta ingrato contigo. Todo esto lo haces para procurar, velar y garantizar la Suprema Felicidad de tus hijos.

Entonces sí, para mí  la mejor candidata al Viceministerio de la Suprema Felicidad es mi Mamá. 

 

Por : Siulilba Balza S.  |  Foto: huffingonpost.com

Siulilba Balza

Siulilba Balza

Observadora. Adicta a la justicia. Enemiga de las suposiciones y de los que carecen de sentido común. Fiel practicante de la teoría: Decisiones radicales, soluciones inmediatas.

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