El chavismo no estaba jugando, aplicó la Ley Masacre y la está ejecutando. Todos los días aparecen jóvenes venezolanos muertos luego de haber sido detenidos, y aunque sus fotos desangrándose dicen que “fue en extrañas circunstancias” hay una realidad que está clara: madres y padres perdieron a sus hijos. Se los robaron; el futuro de sus casas, la herencia de sus familias y el legado de sus apellidos han sido secuestrados, torturados y asesinados por una banda de oficiales asesinos.
No había otro resultado posible a la propuesta que desde el Ministerio de la Defensa, hiciera en pro de la muerte por encargo el Padrino. Sabemos que la orden de esa ley para matar a todos los venezolanos que no se sumen “al proceso” viene desde el que heredó la presidencia por paracaidismo, apalancándose en la muerte de a quien llama “padre”, “líder supremo” pero él no estaría en la presidencia si ese saqueador aún estuviese vivo. La única forma que tienen de mantenerse en el poder aquellos a los que ya nadie quiere, que no tienen apoyo popular ni dólares a granel entrándole a los bolsillos, es precisamente esta que hoy aplican en Venezuela los comunistas: haciéndose asesinos.
Es el control por la fuerza, es la dominación por terror; es la imposición por ley de lo morboso, lo corrupto y lo cochino, perpetrado sobre las victimas a las que les causan dolor. Este fue el socialismo del siglo XIX, del siglo XX y es el del siglo XXI; ejecutado por los peores ciudadanos que han sido paridos en esta tierra por un error quizás en el control de natalidad; por unos padres que no supieron educar a sus hijos y que hoy se dan lujos gracias a las desgracias que sin duda les enseñaron a practicar a sus queridos niños. Queda en evidencia que lo que aprendieron en sus casas quienes hoy forman la cúpula política del chavismo fue la envidia, odio, resentimiento y muerte; mucha muerte.
Y ojo, a quienes desde la indiferencia o el pánico terminan creyendo que mientras permanezcan escondidos no serán encontrados. Cuando a estos asesinos vestidos de oficiales se les acaben las víctimas visibles, esas que se atreven a arriesgar su pellejo porque saben que la vida sin libertad no tiene sentido, vendrán de casa en casa buscando a los indiferentes y a los cobardes, y podrán seguir de rodillas que igual les van a meter un tiro, porque ni los nazis le perdonaron la vida a los judíos que se quedaban tranquilos.
El futuro de Venezuela está siendo aniquilado, otros han tenido que salir del país obligados ante la amenaza de ser pasados al olvido, y mientras tanto este grupito de no más de 100 personas siguen en el poder robando, amenazando y asesinando porque en lugar de ir a sacarlos por la fuerza, queremos usar una constitución moribunda y sacar por votos a unos bandidos.
Por: José Miguel | Foto: noticias24.com