Lo más difícil de vivir en sociedad es que las mayorías se comportan como una gran manada de hienas, siempre listas para atacar a su presa, ¿quién es la víctima? Todo aquel que ame la libertad plena.

Tengamos en cuenta que vivir en sociedad requiere llegar a acuerdos, pero no a cualquier acuerdo, sino a acuerdos de paz: ni yo te toco y tú no me tienes por qué molestar.Cuando ese grupo de personas, quienes hayan sido, inventaron la democracia haciendo que todos creyeran que es libertad, sentenciaron a las minorías a vivir bajo los designios de quienes se agrupen en “más”. 50+1 es suficiente para pasar por encima a los 49 restantes; que lloren, pataleen o se quejen… ¿qué importa? porque aquí mandan los que tengan más gente. Esa es la trampa en la que ahora vivimos y que concluye en un mundo que desconoce la justica, ni siquiera es un “todos contra todos”, porque se trata de la supremacía de las mayorías.

A ti, que te gusta la libertad y confías en que sin ella la vida sería una injusticia; y andas por ahí sin el más mínimo temor de defenderla y exigirla, seguramente te habrás topado con alguno de esos monstruos disfrazados de peluche que te dicen: “¿Libertad plena? ¡No vale, también es necesario restringirla!”. Justo en ese momento te dices a ti mismo: “¡qué desgracia vivir entre tanto esclavo sin aspiraciones reales en la vida”, y cuando te das cuenta que buena parte de tu libertad depende de que ellos no se agrupen en mayorías para meterse en tu vida, terminas creyendo que la paz en La Tierra es simplemente una utopía.

¿Te han señalado con el dedo del reproche y una mirada que dicta sentencia? Di que te gusta la libertad, que la amas, y que cada quien tiene derecho a hacer con su vida lo que quiera; solo así vivirás en carne propia lo que se siente cuando un grupo autodenominado “mayoría” te acecha. “Todos los extremos son malos” alegan algunos, y hay que estar realmente enfermo para creer que la felicidad o la salud extrema pueda ser mala para uno; se trata simplemente de expresiones sin sentido que revelan no más que una gran ignorancia, no solo del tema que se está discutiendo, sino del enorme daño que hacen a nuestro cerebro las grandes masas.

Y mientras siga gobernando la “mayoría” y tú creyendo que lo que en ella se decida es bueno, días oscuros para el ser humano irán poco a poco viniendo; la justicia será controlada por verdugos que sentenciarán a todo aquel que quiera vivir por sí mismo, con este horrible decreto: “¿Un hombre al que le gusta la libertad? No lo perdonen, ¡quémenlo!”

Por: José Miguel  |  Foto: weheartit.com

Redactador por primera vez para: www.codigonuevo.com