Juan Guaidó, quien se juramentara como presidente interino de Venezuela el 23 de enero del 2019, había llegado a ese punto casi que puesto por la providencia, parecía un designio divino, el que un joven prácticamente desconocido se hiciera con el poder Legislativo asumiendo al mismo tiempo las funciones del Ejecutivo también.
Oportunidad de oro
Era algo inédito en la historia republicana de Venezuela, pues había dos jefes de Estado, uno ilegítimo, usurpador, mientras que el otro se contaba con legitimidad de origen pues además de estar amparado bajo el texto constitucional, el acto de juramentación fue provocado por la gente que en la calle lo exigió.
Desde ese momento histórico las expectativas fueron tan altas que incluso hubo gente que estando fuera del país, se regresó, pues casi inmediatamente luego de dicha juramentación, Estados Unidos reconoció a Guaido como presidente encargado, y usando su peso como primera potencia mundial, sus principales aliados no tardaron en hacer lo propio. Ante ese panorama, el régimen de Maduro se vio tambalear como nunca antes, pues ya no solo contaba con el rechazo de la población, sino que ahora tenía que hacer frente a una figura con la que no había combatido antes y que tenía apoyos internacionales muy poderosos. Juan Guaidó, en efecto, parecía el salvador que tanto deseaba el país, una especie de superhéroe, que la ciudadanía estaba dispuesta a defender y acompañar hasta las últimas consecuencias.
Por desgracia, con el transcurrir de los meses, ese apoyo se fue diluyendo ante la inacción del mencionado Presidente Interino, que insólitamente dejó pasar la oportunidad de concretar lo que comenzó, ya que fue él mismo quien nos vendió el mantra del Cese de la Usurpación, Gobierno de Transición y Elecciones Libres. Estos pasos para alcanzar la libertad eran objetivos perfectamente logrables o como los llamamos los marketers, eran objetivos SMART: Specific (eSpecífico) Measurable (Medible) Attainable (Alcanzable) Relevant (Relevante) Time-Related (en un Tiempo determinado).
Todas estas características, propias de cualquier proyecto serio, estoy seguro de que ni siquiera se trataron en las mesas de trabajo de la MUD-FA, pues estoy convencido de que NUNCA fue su objetivo real cumplir con lo establecido en el Acuerdo Para La Transición.
Todas estas características, propias de cualquier proyecto serio, estoy seguro de que ni siquiera se trataron en las mesas de trabajo de la MUD-FA, pues estoy convencido de que NUNCA fue su objetivo real cumplir con lo establecido en el Acuerdo Para La Transición.
Aun así, teniendo a la cúpula de los partidosaurios en contra, cualquier persona que estuviera realmente en contra de este sistema, en la posición de Guaidó hubiera podido acabar con esos dirigentes vampirescos al servicio del régimen siniestro que detenta el poder.
Con todo el apoyo que tuvo dentro y fuera de Venezuela, es imperdonable que Guaidó defraudara a todos, porque ya ha quedado claro que no tuvo la altura testicular para asumir el papel que le tocó jugar, sino que ni siquiera tuvo orgullo propio, no fue capaz de imaginarse como el “Libertador” que la gente veía en él y actuar en consecuencia. Lejos de eso prefirió hacer el papel de Muppet, para ser manejado como un títere por Leopoldo López, Ramos Allup, Capriles, etc. etc. Engañando una vez más a la ciudadanía… “Esto no se puede combatir con métodos democráticos…” decía el ilustre Oscar Yanes hace más de 17 años. ¿Guaidó no sabía eso?
“¡Ay! eso fue hace mucho tiempo, Juan Gerardo era apenas un adolescente, dejen quieto a ese pobre muchacho que está dejando el pellejo ¿Y tú qué propones? ¡suma no restes!”
Con todo el apoyo que tuvo dentro y fuera de Venezuela, es imperdonable que Guaidó defraudara a todos, porque ya ha quedado claro que no tuvo la altura testicular para asumir el papel que le tocó jugar.
Nunca falta una señora alcahueta… Perdón, pero ese “muchacho” está militando en política desde el 2007, es fundador de Voluntad Popular y este es su segundo período como diputado, ¡así que no me vengan con sandeces! El tipo sabe bien lo que hace y es ficha clave para sostener este pútrido sistema que ha acabado con Venezuela, y todavía quiere que lo reelijamos en año que viene… ¿Para qué? Si ya la oportunidad de Oro la perdió. Pues no señores démosle el chance a otro, que si tenga GANAS y sangre Vinotinto en las venas.
Hablemos sobre la oportunidad de Plata
Por otro lado, María Corina Machado, quien vio crecer su popularidad, luego de la profunda decepción que produjo Juan Guaidó, decidió (incongruentemente) agazaparse, incluso con el escándalo de corrupción de los diputados de la AN que empezaron a señalarse unos a otros de estar inmersos en malas prácticas. Dejando pasar una bola lenta y por todo el medio, en vez de hacerle swing y botarla de home run.
María Corina, ha demostrado ser una persona coherente, clara, con un discurso que defiende las ideas correctas: Libertad, Propiedad Privada, Libre Mercado; que se ha ganado el respeto de buena parte de la población, es lógico entonces que ante esta debacle, este derrumbe de caretas en la falsa oposición, la gente clame por ella como actor político principal. Llamado que está siendo ignorado por la señora Machado, que ya comienza a verse como una chimenea… porque la situación no está para discursos, ya el tiempo de los discursos se agotó, la gente está esperando acciones, más allá de los conversatorios, charlas y visitas a cada pueblito del país. Necesitamos acciones contundentes.
“Pero ella está inhabilitada, que más le pueden pedir, ella no tiene ningún cargo público.”
¡Ah, bueno! y ¿entonces!? ¡Basta de estar defendiendo dirigentes políticos! Comencemos a exigir, porque para eso ella se presenta como líder, pues entonces que actúe como tal. Y eso empieza por desconocer toda esa normativa chavista que inhabilita opositores incómodos, monta casos falsos, persigue, encarcela y asesina disidentes.
La señora Machado bien podría canalizar el descontento popular que hay hacia esta cuerda de choros que ocupan el Legislativo y liderar un movimiento ciudadano para exigir que se aparten del camino, recordarles que ellos llegaron ahí por nuestros votos y bajo la presión ejercida por el pueblo obligarlos a que le den el chance a la Fracción 16J este 5 de Enero, que por acuerdo le toca presidir la Asamblea Nacional. Y entonces, como hizo Moisés, quedarían separadas las aguas, falsos opositores, tarifados y lambucios de un lado; dignos representante del pueblo del otro. Porque no hay manera de salir de este régimen criminal, hasta que no acabemos con esa falsa oposición hecha a su medida.
La señora Machado bien podría canalizar el descontento popular que hay hacia esta cuerda de choros que ocupan el Legislativo y liderar un movimiento ciudadano para exigir que se aparten del camino.
Lamentablemente, el tiempo se agota y María Corina Machado parece no tener interés en jugárselas todas. Siendo así, nos tocará a nosotros solitos -a los ciudadanos- cargar contra ese nido de ratas que es el Palacio Federal y hacer cumplir el designio del soberano.
Yo no soy el Elegido, eso lo tengo bien claro, pero si puedo hacer el papel de Morfeo y seguir despertando mentes dentro de esta Matrix socialistoide.
Por: Carlos Caballero