Para quienes entraron a este texto sin saber quién es Gloria Álvarez, que lo dudo, solo porque vieron la foto y se sintieron atraídos, no los culpo. Ella es la guatemalteca que con este discurso (ver video), viralizó el debate entre Populismo vs República en Latinoamérica.

Gloria Álvarez visitará Venezuela en los próximos días y solo espero que no sea tachada como “persona no grata” por el moribundo Parlamento. Sí, viene a la cuna del populismo, donde seguramente le abrirá los ojos a unos cuantos, les reavivará el odio a los fanáticos de la miseria, algunos en campaña para unas parlamentarias que ni siquiera tienen fecha querrán fotografiarse para tratar de vincular su imagen con la libertad que ella promueve, en fin, hay mucha tela para cortar de su visita. Personalmente le doy la bienvenida a esta tierra de nadie y espero que el hotel al que llegue, no nos haga pasar la vergüenza de pedirle que traiga su propio papel sanitario.

Ahora bien, de las muchas cartas que he escrito, esta es un placer porque no tengo que aclararle a Gloria –como lo hice con otros- qué ideas ni qué modelo defiendo: ella lo reconocerá. Quizás la única diferencia es que, a lo que ella llama «populismo» yo lo llamo socialismo, para hacer hincapié en el verdadero mal. Pero en líneas generales, estas palabras son de tú a tú.

Vienes a Venezuela donde gobierna todo eso que tratas de desmantelar con tus discursos, donde con Bs. 150 (0,54$) se compra el voto de quienes solo piensan con el estómago, donde la gente se agarra por los pelos por un kilo de pollo y más de 50.000 venezolanos han sido asesinados en los últimos dos años. El socialismo de hace décadas –pero más intensamente en revolución- ha hecho un excelente trabajo acorralando a los ciudadanos para que no piensen, sino que actúen basados en necesidades primarias.

Para ti, esto será un Master en Populismo. ¿Por qué? A pesar de que el problema de Venezuela es casi el mismo de toda Latinoamérica –como se lo expliqué a Fernando del Rincón en esta carta– pero con la abismal diferencia de que nosotros estamos mucho más avanzados en atraso, en eso de “el socialismo quiere tanto a los pobres, que los multiplica”, a nosotros nos diferencia que aquí no hay “populismo de derecha”. Tanto el sector oficialista como el «de oposición» son de izquierda, y el primero tiene el poder mientras el segundo le hace la cortina.

Para que lo veas, tan solo hace unos días el Alcalde de Mérida y que es “de oposición”, regaló una casa a una indigente. Entre aplausos y halagos para él por las redes sociales, a mí se me ocurrió preguntarle si le dio o no el título de propiedad a la beneficiaria. Pues bien, me gané los cometarios “insultantes” de quienes solo se conforman con migajas, por haber preguntado si había empoderado o no a la señora. El populismo y el socialismo le hacen eso a la gente: anulan por completo el interés individual, el deseo de superación y hacen que las personas valoren más una nevera que su derecho de propiedad.

¿Qué puedo aconsejarte para tus discursos y declaraciones en Venezuela? Que les hables a los venezolanos con ejemplos como el que te acabo de dar, que sin miedo les des en la llaga, que les recuerdes que su necesidad está y seguirá siendo utilizada por los socialistas para repartirles equitativamente la miseria por toda la eternidad. Que les recuerdes que los gobiernos no resuelven problemas –como le dije a Leonardo Padrón en esta carta– y que si de verdad quieren cambiar su realidad, la libertad individual es el único camino.

Que les repitas que un país no es rico porque tiene muchos recursos naturales o paisajes hermosos –como mencioné en esta carta a Laureano Márquez– porque recursos y paisajes hay en todos lados, pero lo que diferencia a una sociedad avanzada de una estancada es que: en libertad, los ciudadanos gozan, disfrutan y disponen de su propiedad.

¿Qué sería interesante que te lleves para tus presentaciones en otros países? Que con todo este desastre y el adoctrinamiento socialista, aquí en Venezuela estamos los libertarios dando la batalla por una sociedad libre. Que lo uses como ejemplo para dos cosas: demostrar que por muy pesada que sea la oscuridad, la libertad hace lo suyo para brillar; y que el mundo entienda que esos a quienes conocen como “oposición venezolana” no son más que otra máscara del populismo de izquierda.

Para terminar, no me queda más que darte las gracias por correr el riesgo de venir a esta tierra de nadie a transmitir tus ideas, a explicarles a los venezolanos la diferencia abismal entre lo que el socialismo les ofrece y lo que en libertad pueden alcanzar. Que cuando retornes a tu tierra, lo hagas sabiendo que aquí en Venezuela un grupo importante de libertarios también lo promovemos aunque nos traten de callar; y que cuentas con otros aliados convencidos del gran potencial que tienen la redes y el internet para desmantelar al populismo y al socialismo. Eso es lo que hacemos con mucha pasión y compromiso en esta revista digital.

Por: José Miguel  |  Foto: Gloria Álvarez