Si usted es de los que cree que “socialismo es el de Suecia” y que “lo que hay en Venezuela no es socialismo”, este artículo es para usted. Si -en cambio- tiene un amigo -o amigos- que hayan repetido eso, entonces este artículo es para ellos; envíeselo.

No solo pasa en Venezuela; en muchos países del mundo la gente se refiere al modelo escandinavo como “el mejor ejemplo de socialismo en el mundo”. Julio Pieraldi deja muy claro en este artículo, de qué se trata el susodicho modelo; y yo me voy a encargar de explicarle -recordarle- qué es el socialismo, para que no vuelva a repetir más nunca que “Venezuela no es socialista”.

La matriz de opinión

Está bien, usted no está solo en el mundo si cree que “el socialismo es bueno, pero está mal aplicado en Venezuela”, que “Suecia y otros países de Europa sí practican socialismo”, que “Venezuela no es socialista sino comunista o castrista” y todas esas expresiones que los grandes influencers de izquierda han puesto en boca de la opinión pública.

Incluso de seguro, habrás leído o compartido los famosos memés que -acompañados de una foto de un político socialista usando carros y prendas de lujo- dicen cosas como: “Se dice socialista, pero vive como capitalista”. Esa es la matriz de opinión actual.

Primero lo primero

De seguro has escuchado y leído que, los modelos sociales -por llamarlos de alguna manera- que existen son: capitalismo, socialismo, comunismo y -la muy de moda- socialdemocracia. Para que cada uno de ellos se diferencie del otro, sus reglas, principios, valores, etc. deben ser diferentes.

Para verlo con un ejemplo bien superficial, al capitalismo se le atribuye que su “Dios” es el dinero, mientras que el socialismo tiene una bienaventurada “conciencia social”; el comunismo es la utopía de un mundo sin clases sociales -especialmente sin propiedad privada- y la socialdemocracia no es más que un mazacote de todos estos; el supuesto “camino del medio” donde se considera “moral” ser inmoral de vez en cuando.

Como el objetivo aquí es dejar claro el socialismo, para que veamos si es Suecia o Venezuela el mejor ejemplo de este modelo, hay que saber cuáles son sus principios.

Antes de empezar

Lo primero que hay que saber es que si un sistema aplica impuestos a los ciudadanos, ya no puede ser visto como “capitalismo”. Podrá respetarse de otras formas la propiedad privada, pero los impuestos son una clara violación al derecho de propiedad y -por ende- van en contra de uno de los principios capitalistas.

Las máximas del socialismo

Mientras tanto, el socialismo promueve:

“El control social de la propiedad” -o lo que es lo mismo- que nadie más que el Estado sea el dueño de todo; especialmente de medios de producción, medios de comunicación y recursos naturales, todos en manos de los burócratas de turno. ¿Esto pasa en Venezuela o en Suecia?

“Derecho de los trabajadores por encima de los derechos de los propietarios” -o lo que es lo mismo- que los empleados tengan más poder en la empresa, que quien invierte el dinero, corre riesgos, asume las responsabilidades legales y les paga el sueldo. El famoso “la tierra es del que la trabaja”, como si la mano de obra y el intelecto no tuviesen que ser combinadas en armonía para poder producir. Otra vez la pregunta, ¿Esto pasa en Venezuela o en Suecia?

“Justicia social, igualdad y distribución de la riqueza” -o lo que es lo mismo- quitarle al que tiene más para darle al que tiene menos -justicia social-; hacer que el que tiene más ahora tenga menos -igualdad- y entregarles a todos las mismas dosis de miseria de lo poco que va quedando una vez que se ha saqueado todo lo que había -distribución de la riqueza-.  De nuevo, ¿Esto pasa en Venezuela o en Suecia?

Toda acción tiene una consecuencia

Venezuela no es el primer país que pasa por esto, cosa que debería dar pena al tener tantos ejemplos en la historia de cómo han terminado otros países que practicaron el socialismo y nosotros lo permitimos. Pero para verlo mejor, si yo te pego -acción- puedo lastimarte -consecuencia-.

¿Visto en Venezuela? Si estableces un control de precios -acción- habrá escasez de productos -consecuencia-. Si no hay justicia e impera la impunidad -acción- la violencia controlará las calles y la delincuencia reinará -consecuencia-. Si no se respeta la propiedad privada -acción- no habrá gente dispuesta a invertir, producir y generar abundancia -consecuencia-.

¿Qué pasa entonces si practicamos los principios socialistas? El socialismo -la acción- con el Estado controlando la comida, la electricidad, la salud, la educación, la telefonía, la seguridad, las aduanas; donde los empleados pueden paralizar empresas e intervenirlas con ayuda de mercenarios disfrazados de militares; donde a la clase media y alta se les quitó tanto que fueron erradicadas y donde vas a recibir productos racionados dependiendo de tu número de cédula -si es que hay- mientras las cantidades las decide el más arrechito de la cola, todo esto tiene una consecuencia: la gente lo llama miseria, pero volviendo a los modelos, su nombre es comunismo.

¿Esto pasa en Venezuela o en Suecia?

Otra vez esta bendita pregunta, porque de seguro no lo tienes claro aún. En uno de estos dos países se practica de pies a cabeza las máximas del socialismo. En uno de ellos, el Estado es dueño de todo y la gente es dueña de nada. En uno de ellos, está de moda hacer que los trabajadores vean como enemigos a los que les dan trabajo y les paralicen la empresa. En uno de ellos la clase media desapareció, se raciona la comida, la energía, la gente muere por falta de medicinas y la violencia es la regla.

¿Pseudo socialismo como dijo Nacho Mendoza? Todo lo contrario, socialismo del bueno.

Para complementar

Si bien en Suecia hoy día están mejor que en Venezuela, se estima que en algunos años -siguiendo por el camino del medio- terminarán en el rincón de la izquierda. La misma ONU en un informe estima que en 15 años Suecia pase a ser un país del tercer mundo y el Estado de bienestar corrompió por completo a las nuevas generaciones en Suecia. Hablando de países, ver los resultados de lo que se practica solo es cuestión de tiempo.

Conclusión: ¿Vas a seguir diciendo que “en Venezuela no hay socialismo” y que “el socialismo sí funciona en Suecia”?