Skip to content

El Capitalismo Ha Empujado A Singapur Hacia La Riqueza

Compartir en facebook
Facebook
Compartir en twitter
Twitter
Compartir en whatsapp
WhatsApp

En 1989 Singapur tenía una renta per cápita de 10.700 dólares, la ciudad estado estaba calificada como región en vías de desarrollo por la comunidad internacional. Tras 25 años es el país más ‘rico’ en términos de PIB por habitante, con más 55.000 dolares de renta per capita, aunque revolución económica comenzó mucho antes ¿Cuál ha sido el secreto de Singapur?

La República de Singapur cuenta con 5.353.494 millones de habitantes, por lo que su modelo económico es dificilmente extrapolable a otras economía de mayor tamaño y complejidad, pero sí se pueden extraer algunas lecciones de sus políticas.

El Doctor en Economía Juan Ramón Rallo, cree que en España se deberían imitar las exitosas políticas implementadas durante años en Singapur: «¿Por qué no copiar su modelo de Estado pequeño, de impuestos reducidos y de Estado de Bienestar gestionado por los propios ciudadanos?».

Y es que el gasto público en Singapur ha sido de media en los últimos 15 años el equivalente al 15,60% del PIB, mientras que por ejemplo en España la media del gasto público supera el 46% del PIB y otros países como Francia rebasan con creces el 50% sobre el PIB.

Unas finanzas equilibradas donde el superávit se ha convertido casi en una religión: desde 1999 Singapur ha registrado superávits públicos superiores al 4% del PIB, salvo en 2009, en plena crisis mundial el país asiático tuvo un déficit del 0,59%, pero en 2010 volvió a la senda del superávit con un 6,59% sobre el PIB.

La historia de una ciudad-Estado

El economista Marc Garrigasait explica en su blog personal que este éxito «es una señal de cuando haces bien las cosas y tienes una estrategia ganadora y la aplicas sin vacilar. El ejemplo de Singapur sirve para cualquier país o gran ciudad».

«El éxito de Singapur se explica probablemente por un liderazgo político, que parece una combinación de capitalismo con una semi-dictadura. Según Transparency International, Singapur es uno de los países con menor nivel de corrupción en todo el mundo», asegura Garrigasait.

Para este economista, Lee Kuan Yew, que fuera primer ministro de Singapur durante 30 años (1959-1990), fue clave para que la pequeña isla llegase hasta donde ha llegado.

Lee Kuan Yew promovió la creación de un favorable clima de negocios a la vez que luchó por mantener el ecosistema de la isla. Además, «decidió remunerar a los máximos ejecutivos del Gobierno con los mejores sueldos de los mejores profesionales del sector privado… También potenció las infraestructuras creando lo que hoy es uno de los mayores puertos del mundo por tráfico de contenedores. Creó una fiscalidad pensada para atraer empresas y residentes extranjeros, logrando ser una de las plazas financiera más importante de Asia», asegura Garrigasait.

Una economía competitiva

Según el índice de competitividad del World Economic Forum, Singapur es la segunda economía más competitiva del mundo, justo por detrás de Suiza y por delante de EEUU. España ocupa en este ranking el puesto número 35, justo por detrás de indonesia.

Según este informe, Singapur ocupa el tercer puesto en el mundo en cuanto a la fiabilidad y solvencia de sus instituciones; el segundo puesto en lo que se refiere a cantidad y calidad de sus infraestructuras; el decimoquinto puesto a nivel mundial en ambiente y clima macroeconómico; el tercer en atención primera y educación primaria; el segundo del mundo en cuanto a la eficiencia del mercado laboral, etc.

En otro índice en el que Singapur vuelve a destacar es en el Index of Economic Freedom, realizado por la Heritage Foundation con la colaboración de Wall Street Journal. Este índice destaca la libertad de esta país para hacer negocios, la baja corrupción y el limitado gasto público del Gobierno, que según este informe distorsiona el libre funcionamiento de los mercados.

 

Tomado de: eleconomista.es  |  Foto: Clint Sharp

Edición

Edición

Somos el equipo de Editores de iF Revista Libertaria. Todos queremos ser «el más grande» «el más visto» «el más leído», pero pocos «el más íntegro». Con paciencia, el más íntegro será el mejor.

¿Te gustó este artículo? ¡Compártelo!

Compartir en facebook
Facebook
Compartir en twitter
Twitter
Compartir en whatsapp
WhatsApp

Revista tu email una vez te suscribas

Revista tu email una vez te suscribas