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El Camino Hacia El Desarrollo En Venezuela – @ogarciamendoza

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Han confluido todos los desastres que desde hace bastante tiempo se anunciaban. Y más. A finales de diciembre el gobierno dio un golpe de Estado a la constitución con la «designación» de funcionarios y magistrados. La caída del petróleo magnifica todo.

Llegó la hora de pensar hacia delante. La tragedia es demasiado grande y debemos enfocarnos en la reconstrucción, para lo cual es fundamental cambiar a los gobernantes.

Algunas ideas no necesariamente en orden.

  • Restitución de la propiedad privada. Sin ella no es posible, ni pensable iniciar una reconstrucción del país.
  • Regreso al Estado de derecho. Para ello es necesario reponer el ordenamiento jurídico vigente para mediados de la década de los 90 y a partir de esa base reconstruir la estructura legal sin la cual nada puede funcionar.
  • Privatizar todas las empresas del Estado, comenzando por Pdvsa. Se deben repartir las acciones entre los ciudadanos.
  • Utilizar al dólar como patrón monetario para evitar la inflación y la devaluación.
  • Un plan de gratificaciones para quienes descubran y permitan a Venezuela recuperar parte de las inmensas cantidades robadas a los venezolanos.

Evidentemente son necesarias miles de acciones más. Pero me detengo aquí. Mi idea es estimular a tantos venezolanos buenos y competentes a que piensen en el futuro y como mejorar. No será fácil.

1. Restitución de la Propiedad Privada

La propiedad privada es el elemento fundamental para el buen desarrollo de las sociedades. Hay una relación directa entre la prosperidad y bienestar de los países y el respeto y la protección a la propiedad privada. Solo así hay libertad.

Pasos

1.1. Una gran campaña y acción para titularizar la propiedad privada de las personas de menores recursos.  Millones de personas no tienen los títulos legales de las viviendas que habitan. Por ende no pueden transferir legalmente lo que es suyo y les pertenece debido a su esfuerzo y trabajo. En países, como el nuestro, con mínima bancarización, mucha inflación y frecuentes devaluaciones, las personas de menores ingresos tienen una manera de protegerse económicamente invirtiendo en la construcción y mejora de sus viviendas. Pero, al no tener título, no pueden transferir legítimamente la propiedad, ni darla en garantía. No pueden legarlas a sus herederos. Titularizando se dará un tremendo impulso pues entrarán a la   economía activos que hasta ahora permanecen indisponibles.

1.2. Restitución de todo lo robado. Se debe proceder a inventariar todo los bienes que arbitraria e ilegalmente se ha apropiado el Estado, para devolverlos de inmediato a sus legítimos propietarios. Desde las parcelas y fincas hasta las industrias deben regresárseles a quienes son sus dueños y  las pueden hacer producir para el beneficio de ellos y de todos los ciudadanos.

1.3. Garantías legales y políticas, suficientes y creíbles, de que la propiedad privada no volverá a ser vulnerada, estimulando así la inversión generadora de empleo y prosperidad.


2. Regreso al Estado de Derecho.

Estudié derecho en la Universidad Católica Andrés Bello. Me gradué de abogado en 1967. La banca ha sido mi vocación y profesión, pero el derecho es la base fundamental de mi formación.

Toda sociedad está construida sobre normas jurídicas que les permiten a los ciudadanos vivir en paz, concordia y prosperidad. Los países más adelantados y prósperos son aquellos que tienen mejores leyes, que le dan más libertad a las personas para el ejercicio de sus actividades y con sistemas judiciales que permiten la rápida y justa aplicación de las leyes. Países, como el nuestro hacen lo contrario, con los evidentes malos resultados.

Hasta bien entrado el siglo XX tuvimos en Venezuela un sistema jurídico, si no perfecto, por lo menos vivible. Los códigos, como el civil, de comercio, procedimientos etc. son buenos. En estos últimos quinquenios casi todo ha sido arrasado y se han dictado una catarata volcánica de leyes, decretos, reglamentos y otros instrumentos jurídicos con la idea de destruir todo para comunizar al país. La Constitución vigente, ponderada por muchos de la oposición es un adefesio jurídico impracticable. Todos esos instrumentos son disparates que bloquean e impiden cualquier desarrollo o actividad que permita el crecimiento y bienestar de la población.

Como “Llegamos” y queremos ir hacia adelante para crecer, prosperar y por ende ser libres, deben tomarse medidas razonables e inteligentes.

Primero: Debe restituirse la vigencia de las leyes anteriores a esta demolición jurídica. Muchísimas de las leyes que han sido violentamente derogadas pueden ser aplicadas, incluyendo la Constitución del 61, no perfecta ni mucho menos, pero que permitirá la creación de un nuevo sistema jurídico.

Segundo: Deben formarse equipos profesionales capacitados que comiencen a redactar un nuevo orden jurídico, para que sea discutido y aprobado por nuevos organismos legislativos electos.

Tercero: Deben de inmediato formarse equipos provisionales con los mejores juristas. Estos sustituirán toda la masa de la judicatura vigente y aplicaran las leyes y otros instrumentos jurídicos mientras se prepara la nueva judicatura.

Es prácticamente comenzar de cero. Pero la destrucción que han realizado no deja otra alternativa.


3. Privatización de todas las empresas del Estado.

Una de las muchas peculiaridades de Venezuela es que somos un país en el que el gobierno no vive de los ciudadanos, sino al contrario. Normalmente los gobiernos para poder funcionar tienen que cobrarles impuestos a los ciudadanos. Los gobiernos son instituciones de servicio cuyas actividades no generan ingresos suficientes para permitirles funcionar.

Un Estado ideal tiene entre sus actividades las relaciones exteriores, la seguridad interior y exterior, la justicia, etc.  Todas las cuales son necesarias pero no generan ingresos. Al contrario generan erogaciones cuantiosas que deben ser cubiertas con impuestos.

Esos impuestos, para poder ser cobrados, deben estar justificados y haber sido aprobados por organismos legislativos. Los impuestos disminuyen los ingresos de los ciudadanos que, por tanto, tienen menos dinero para generar riqueza. Esta perfectamente comprobado que mientras menos impuestos se cobran, más dinero le ingresa al Estado, pues los ciudadanos generan más riquezas.

En Venezuela es lo contrario. Los ciudadanos vivimos del Estado. La gran riqueza del país está en el subsuelo y la propiedad de este, desde los tiempos de Felipe II, es del Estado. Hasta el descubrimiento del petróleo fuimos un país muy pobre. Llegado este pasamos a ser una potencia mundial. Pero al ser la riqueza petrolera administrada por los gobiernos, en lugar de generar mayores beneficios que permitieran diversificar los ingresos, se concentró todo ese poder en manos de los gobiernos, quienes lo han despilfarrado y mal administrado de la manera más desastrosa, pero completamente comprensible.

Estos últimos quinquenios han sido la más evidente demostración. Con mayores ingresos petroleros se ha empobrecido y más que eso se ha destruido a la sociedad.

La vía lógica es que la propiedad del subsuelo, de las riquezas, tanto petrolera como de otros tipos de materias primas sea de los ciudadanos. Y también toda la infraestructura industrial que se ha creado pase a éstos.

Para ello es necesario privatizar de la manera más transparente y justa todas las empresas del Estado, regresando su propiedad a manos de sus legítimos dueños que son los venezolanos.

Existen distintas fórmulas para hacer esto, entre ellas el otorgamiento de derechos o acciones, la venta en pública subasta, etc.

Lo más importante es que el Estado no tenga más injerencia en la administración de esos bienes y que solo actúe como vigilante y cobre los impuestos (aprobados por los ciudadanos) que le correspondan.


4. Dolarización.

La inflación es el más injusto de los impuestos. Causa terribles daños a la economía. Daña especialmente a los menos privilegiados. Limita el crecimiento y la creación de riqueza. Y es esencialmente evitable.

La excesiva liquidez monetaria es su causa. Viene siendo así desde siempre. Los países han comprendido que controlando la emisión de dinero se puede controlar la liquidez y así evitar ese enorme sufrimiento a la población. Hoy día los países más prósperos prácticamente no tienen inflación.

La forma de reducirla drástica y rápidamente está en atar la emisión de moneda a una divisa fuerte y estable. Así lo han hecho muchos países y los resultados han sido positivos.


5. Restitución.

Durante estos cinco largos quinquenios ha recibido Venezuela las mayores cantidades de dinero provenientes del petróleo.

No hay duda que la permanencia en el poder de este régimen se debe a esos ingresos y a la manera como fueron dilapidados. La corrupción ha sido enorme. Han saqueado al país. Mucho ha sido utilizado en prebendas y regalos para corromper a los ciudadanos. Mucho se utilizó el “ayudas” al exterior. Y muchísimo, muchísimo dinero se lo robaron directamente.

Cantidad de personas se beneficiaron de los gigantescos recursos recibidos y de la manera más cínica, corrupta, indigna, los tomaron y acumularon en cuentas en el exterior.

Una vez cambiado el régimen, por un gobierno que tenga como prioridad el bienestar de los venezolanos, debe presentarse un plan que permita restituir a la nación venezolana una buena parte de lo robado.

Obviamente eso no será fácil, ni ocurrirá voluntariamente. Pero si se establecen premios porcentuales en efectivo de las cantidades que logren recuperarse habría una enorme oportunidad de que lograra recuperarse una importante parte. Esto no es una novedad. Ha sucedido en otros países. Es necesario hacerlo.

 

Por: Oscar García Mendoza  |  Foto: Edu Alarcón

Oscar

Oscar

Presidente de Liderazgo y Vision. Primer-vicepresidente de Cedice. Por un Pais de Propietarios. Etiam si omnes, ego non. Venezuela

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