Skip to content

El bloque de la izquierda, ¿Cómo trabajan?

Compartir en facebook
Facebook
Compartir en twitter
Twitter
Compartir en whatsapp
WhatsApp

Tiempo estimado de lectura: 4 minutos

 

Ahora que Joe Biden ha sido designado el próximo presidente de los Estados Unidos, en una elecciones indecentes y con un resultado, a todas luces, improbable -¿un señor con problemas para conectar dos oraciones seguidas, que nunca llenó ni un salón con seguidores, rompió el récord de votos populares?- el panorama luce bastante sombrío para occidente, por lo menos en el corto y mediano plazo.

Con la administración Biden-Harris se espera que haya acercamientos amistosos con los regímenes genocidas de Venezuela y Cuba, que el Partido Comunista Chino se afiance como potencia dominante sin ninguna oposición, que los grupos terroristas islámicos consigan más poder y financiamiento, y peor aún, que las élites globales (ONU; OMS; FMI; Banco Mundial; Foro Económico Mundial; Open Society Foundations; las Big Tech; el Big Farma; las grandes corporaciones y los billonarios; grupos ecológicos, feministas, abortistas, transhumanistas, veganos, animalistas) utilizando la pandemia como excusa nos impongan su nuevo mundo: The Great Reset y la agenda 2030.

Pero, ¿por qué nos está ganando por goleada la izquierda?


 

Trabajo en equipo y causas

La izquierda si tiene algo bastante envidiable es como trabajan por el mismo objetivo, levantando las mismas banderas. Desde los radicales terroristas –Black Lives Matter, Antifa y los comunistas- hasta los moderados -como el propio Biden, socialdemócratas, progresistas- apoyan las mismas causas: aborto, feminismo, cambio climático, racismo, lucha de clases, ideología de género. Incluso odiándose entre ellos mismos son capaces de callar sus diferencias para lograr el objetivo. Y esto me hace recordar cuando Harris dijo en una entrevista que les creía a quienes acusaban a Biden de depredador sexual, para unos meses después ser compañeros de fórmula. Sí, los socialistas cierran filas entre ellos para enfrentarnos. ¿Y nosotros?

En cambio del otro lado los libertarios, liberales y conservadores no logramos ponernos de acuerdo ni siquiera en los valores que debemos defender. Unos defendemos la vida como un derecho inalienable, otros apoyan el aborto. Unos estamos dispuestos a hacer concesiones y apoyar a quienes se oponen al socialismo para ganarle terreno a la izquierda, otros se mantienen intransigentes con el manual del libertarismo y prefieren ser una secta de pureza ideológica.


 

Financiamiento y promoción

A la izquierda le sobra quien los financie y haga publicidad. Black Lives Matter, por ejemplo, incendió, saqueó y llenó de violencia a todo Estados Unidos, de costa a costa. Mientras centenares de artistas apoyaban a estos criminales con el famoso pantallazo negro y otros tantos de deportistas de cualquier disciplina siguen arrodillándose en señal de apoyo a este movimiento racista. Podemos contar con los dedos de una mano a quienes heroicamente se resistieron a caer en la presión de las mayorías.

Incluso, muchos de estos artistas que no viven ni conocen la realidad se atrevieron a pagar las fianzas de varios de estos criminales de Black Lives Matter detenidos in fraganti. Se pone peor.

Las grandes corporaciones y “filántropos” multimillonarios del mundo financian a plenitud la agenda totalitaria izquierdista. A estos ya no les interesa el dinero, por eso donan exorbitantes sumas a causas “benéficas” progresistas. Estos plutócratas quieren ser Dios, estar por encima del bien y del mal, decidir que es verdad, que es mentira y quien debe ser silenciado. Son tan arrogantes que están reconfigurando, ahora mismo y en tiempo real, el futuro mismo de la humanidad en el nombre de la ciencia y del progresismo.

Tienen la hegemonía en los medios criminales de comunicación que manipulan y/o silencian la información a su antojo. Además, en redes sociales practican una cacería despiadada y liberticida -valiéndose de la sección 230, un privilegio otorgado por el Estado a estos oligopolios- contra cualquiera que no sea funcional a la izquierda. Tanto es el poder que han acumulado que pudieron decidir el resultado de las elecciones, censurar a todo el que no estuviera de acuerdo con su manipulación y hasta desaparecer del mundo digital a quien todavía era presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Ellos te eliminan de todas sus plataformas y eliminan todas las plataformas donde puedas existir. Fue lo que le sucedió a Parler, una red social alternativa. Los grandes referentes libertarios/liberales defendían como fanáticos el derecho de estas empresas a boicotear al presidente Trump de sus plataformas por ser empresas privadas. Sí, privadas con privilegios estatales y eso, amigos libertarios, se llama corporativismo. Ninguno de ellos salió en defensa de la pequeña empresa que estaba siendo extorsionada criminalmente por el cártel de Silicon Valley. Google y Apple la eliminaron de su catálogo de aplicaciones y Amazon le dió la estocada final, al dejar de alojarlo en sus servidores. Parler desapareció, pero algunos libertarios ni se enteran. 

Acusaron a Parler de alojar a extremistas, cuando se está descubriendo que Facebook  fue la plataforma donde se planificó la “toma” del Capitolio. Pero Facebook no es Parler y John Matze no es Zuckeberg. Facebook no será cancelada y el quinto hombre más rico del mundo no tendrá que abandonar su hogar por amenazas de muerte. Borraron a Trump del mundo digital, acabaron con Parler, censuraron al libertario Ron Paul y pasará con cualquier otro que no se arrodille al Deep State y a la izquierda. ¡Estamos advertidos!

La izquierda va ganando señores. A ellos no los detienen ni las ideas, ni el liberalismo, ni el capitalismo, ni las leyes, ni los libros de Hayek, ni el Estado de Derecho. Ellos juegan con sus propias reglas y el día que aprendamos esto quizás, solo quizás, podamos derrotarlos.

Alexis Paredes

Alexis Paredes

Libertario | Vida, Libertad y Propiedad, en ese orden | El capitalismo sí funciona | ¡Muerte al tirano, abajo el comunismo!

¿Te gustó este artículo? ¡Compártelo!

Compartir en facebook
Facebook
Compartir en twitter
Twitter
Compartir en whatsapp
WhatsApp

Revista tu email una vez te suscribas

Revista tu email una vez te suscribas