Skip to content
Dialogos de Paz en Oslo Que Lecciones Aprendemos de Llegar a Acuerdos con Criminales if revista digital revista libertaria capitalismo venezuela libertad

Diálogos de «Paz» en Oslo, ¿Qué Lecciones Aprendemos de Llegar a Acuerdos con Criminales?

Compartir en facebook
Facebook
Compartir en twitter
Twitter
Compartir en whatsapp
WhatsApp

“Cambiar las balas por los votos; las armas por las ideas, es la decisión más valiente y más inteligente que puede tomar cualquier grupo subversivo, y en buena hora ustedes entendieron el llamado de la historia.” Juan Manuel Santos.


Aseguraba, el expresidente de Colombia el día que anunciaron, con bombos y platillos, al mundo un acuerdo definitivo de “paz”, con uno de los grupos terroristas más sanguinarios de la historia de occidente. Fue una verdadera sensación de paz para los malos, que dejaron de sentirse perseguidos y siguieron haciendo lo que mejor saben hacer.

La historia es -impresionantemente- cíclica, así que podemos darnos el lujo de repasar brevemente otros casos, porque esto tiene que ver mucho con Venezuela.


Cuatro países, un mediador

Fundada alrededor del año 1048 d. C. Donde el invierno es oscuro y muy frío, el 99% de sus ciudadanos viven satisfechos y cada 10 de diciembre se entrega en una bonita ceremonia el Premio Nobel de la Paz. Hablamos de Oslo.

Fueron «facilitadores» del diálogo en el conflicto palestino-israelí cuando en 1993 -después de un año de conversaciones secretas- firman los “acuerdos de Oslo”. Para muchos israelíes, Oslo fue un error pues le dio reconocimiento internacional a la organización criminal OLP y legitimidad a su lucha terrorista.


Los crímenes de las FARC incluyen reclutamiento de niños como soldados, violaciones de índole sexual a mujeres y niñas, abortos forzados, masacres, asesinatos, atentados con coches bomba, secuestro, extorsión, y narcotráfico. Todos estos horrores, al parecer, les valieron para “ganarse” indultos y hasta representación en el Congreso.


Otro conflicto en el que mediaron fue el que hubo entre el gobierno de Sri Lanka y el grupo terrorista los Tigres de Liberación del Eelam Tamil, quienes iniciaron una cruenta guerra civil en 1983. Entre muchos crímenes, aplicaron en masa el terrorismo suicida, hasta 160 fanáticos se inmolaron; llegaron a asesinar en 1993 al entonces presidente de Sri Lanka. En el año 2002 se llevan a cabo negociaciones de paz en Oslo y se extendieron hasta el 2008. 

Más palpable la historia de Colombia. Las FARC participan en el conflicto desde su misma creación en 1964. Sus crímenes incluyen reclutamiento de niños como soldados, violaciones de índole sexual a mujeres y niñas, abortos forzados, masacres, asesinatos, atentados con coches bomba, secuestro, extorsión, y narcotráfico. Todos estos horrores, al parecer, les valieron para “ganarse” indultos y hasta representación en el Congreso. Todos estos acuerdos fueron avalados por Oslo.

El caso de Venezuela es muy diferente al de los otros mencionados. Por un lado, el Estado cayó en manos de terroristas y criminales: el chavismo. Por el otro, la falsa oposición política, que solo está buscando cuotas de poder. Y, lejos, en el otro extremo una ciudadanía que quiere ser libre del socialismo. “El mecanismo de Oslo” es el pretexto que usan la falsa oposición y el régimen genocida para alargar el sufrimiento venezolano.


Mismo mediador, mismos resultados

Todas las veces que, desde Oslo, se intentó que grupos terroristas dejaran las armas mediante acuerdos pacíficos, fallaron. Curiosamente el mundo occidental no los juzga por sus desastrosos resultados.

En Israel ¿Cuál fue el resultado 26 años después de las negociaciones? La paz nunca llegó y los grupos terroristas continúan acechando al Estado de Israel desde territorio palestino.

A pesar del diálogo, los terroristas continuaron con sus ataques en Sri Lanka. Después de 6 años -perdidos-, terminaron las negociaciones, el gobierno había entendido cuál era la forma de acabar con el conflicto. En 2009, a través del uso de la fuerza pusieron fin a este peligroso grupo terrorista.

El caso de Colombia no es diferente, tan solo pasaron 3 años del discurso del expresidente Santos, citado al principio de este artículo, y los líderes terroristas de las FARC -mismos que firmaron el falso acuerdo- han anunciado que volverán a las armas… como si alguna vez la hubiesen dejado. Además, han fortalecido sus alianzas con el ELN y con el régimen genocida venezolano.


La peor opción para Venezuela, Oslo

¿Sabe usted qué tienen en común la OLP, los Tigres de Tamil y las FARC con el chavismo? El socialismo. La ideología más criminal y perversa del mundo, causante de la muerte de, al menos, 150 millones de seres humanos. Del socialismo se deriva su talante criminal, su pasión por destruir la vida de miles, de adueñarse de lo que no les pertenece, de causar el terror. Porque de eso trata el socialismo.

Pero, ¿sabe la diferencia entre todos esos grupos con el chavismo? Que este último sí logró hacerse con el poder del Estado (venezolano, en este caso). Lograron lo que los otros grupos terroristas no han logrado, y eso los hace más peligrosos que todos los demás.


¿Sabe usted qué tienen en común la OLP, los Tigres de Tamil y las FARC con el chavismo? El socialismo. La ideología más criminal y perversa del mundo, causante de la muerte de, al menos, 150 millones de seres humanos.


Las rondas de negociaciones patrocinadas por Oslo duraron, al menos, un año entre Israel y la OLP; seis años entre Sri Lanka y los Tigres de Tamil; cuatro años para llegar a un acuerdo, y siete para ponerle fin entre el Estado Colombiano y las FARC. En Venezuela, estas negociaciones apenas tienen unos meses y el tour Oslo-Estocolmo-Barbados tiene pinta de estar lejos de acabar.

Las lecciones son claras: dialogar e intentar negociar nos hará perder un recurso que muchos no tienen en Venezuela, tiempo, porque a los criminales se les somete o se les acaba por la fuerza, haciendo uso legítimo de la violencia.


Lee también este artículo: Para Salir de Maduro, Debemos Acabar con Cualquier Foco de Corrupción


En Venezuela hemos perdido la libertad y nuestro territorio. Para recuperarlos a ambos debemos ir todo o nada contra la falsa oposición y los terroristas, no valen medias tintas, ni acuerdos falsos. Las historias de acompañamiento de Oslo en Israel, Sri Lanka y Colombia están ahí para que nosotros aprendamos. 

Ya una vez dijimos que Venezuela no sería como Cuba, no repitamos el mismo error. Estamos avisados.

 

Por: Alexis Paredes

Alexis Paredes

Alexis Paredes

Libertario | Vida, Libertad y Propiedad, en ese orden | El capitalismo sí funciona | ¡Muerte al tirano, abajo el comunismo!

¿Te gustó este artículo? ¡Compártelo!

Compartir en facebook
Facebook
Compartir en twitter
Twitter
Compartir en whatsapp
WhatsApp

Revista tu email una vez te suscribas

Revista tu email una vez te suscribas