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¿Podemos defendernos si no existe el derecho al libre porte de armas?

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Hablar de la libertad de que cualquier persona tenga el derecho a portar un arma, se hace muy controversial cuando ocurren acontecimientos como «Un tiroteo masivo en una escuela, en el que un loco mata a 17 niños».


 

¿Prefieres audio? Escucha el podcast aquí:


Tiempo estimado de lectura: 5 minutos

 

Lo que hace controversial este debate no es el derecho a portar armas en sí, ni el tipo de arma, sino el sentimiento que causa una desgracia de tal magnitud, porque se trata de un criminal usando la violencia contra inocentes e indefensos, cosa que a cualquier ser humano en sus cabales le causa tristeza, dolor y rabia.

Pero los derechos fundamentales no pueden ser puestos en riesgo por sentimientos, porque la única forma de preservarlos es a través del pensamiento objetivo. Veamos…

Un buen número de estos casos de tiroteos, especialmente los que ocurren en Estados Unidos donde existe el derecho al libre porte de armas, se llevan a cabo en zonas que llaman «Gun-free»; supuestamente libres de armas.

¿Qué es una «Gun-free zone»? Son zonas donde el ciudadano promedio legalmente no tiene permitido tener armas de fuego. Las escuelas son, típicamente, «Gun-free zones», hasta el punto que muchas escuelas ni siquiera cuentan con un oficial de policía para protegerla, a pesar de que estas parecen ser el target favorito de los locos que ejecutan tiroteos.

Una persona con un cuchillo, con una espada y hasta con un soplete, puede cometer daños de gran magnitud si sus víctimas tienen prohibido defenderse y eso es lo que pasa con los controles gubernamentales, especialmente control de armas.

Incluso, una persona con un carro puede hacer igual o más daño que una persona con un arma de fuego, si así se lo propone. Entonces, el problema no es la herramienta usada para cometer el crimen, sino el por qué la ley prohíbe a las posibles víctimas defenderse, bajo esa gran estafa llamada «zona libre armas».

El libre porte de armas en Estados Unidos está contemplado en la Segunda Enmienda de la constitución, en la que se le garantizó a los estadounidenses no «el derecho a portar armas» solamente, sino el derecho a defenderse.

¿A defenderse de qué o de quién? Primero que nada, del gobierno, porque este tiene el monopolio del uso de la fuerza y está probado en cientos de casos de la historia, que el gobierno no solo usa, sino abusa de su poder para usar la fuerza.

¿Podemos defendernos si tenemos prohibido poseer armas de fuego? En estos tiempos, desde que las armas fueron inventadas, la respuesta es un rotundo «no».

Es imposible defenderse de un ataque en el que legalmente estamos en desventaja. Los judíos son un ejemplo, la Unión Soviética es otro, la China de Mao, la Cuba de Fidel, la Venezuela de Chávez y Maduro y todo cuanto país tenga control de armas; todos terminan igual: asesinatos en masa por parte de criminales y del Estado.

Estoy seguro que todos compartimos el sentimiento de rabia, impotencia y duda al ver que un loco entra a una escuela y asesina a niños, o que otro lo hace ante una multitud de personas indefensas, pero que esos sentimientos no nos cieguen al momento de saber lo que es correcto y lo que no.

Renunciar al derecho a defenderse NO es la solución al problema, de hecho, la verdadera solución es reforzar el derecho a la legítima defensa y restituir ese derecho en los lugares donde está prohibido, llámenlos «Gun-Free zones» o la romántica etiqueta de «Zonas libres de violencia».

Cierro con esto:

Jose Miguel

Jose Miguel

Antes de conquistar el poder, debemos conquistar los medios, por eso fundé esta revista y no un movimiento estudiantil. Esta es mi cuenta de Twitter @JP7___

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