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la cultura de la autodestruccion

Cómo funciona la cultura de la auto-destrucción

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En muchas ocasiones, sin darnos cuenta, las personas actuamos y hacemos cosas que nos perjudican a nosotros mismos.


 

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Una forma de verlo rápido y claro es la salud. ¿Cuántos productos de los que consumimos, sabemos que son dañinos para nuestra salud y aún así los seguimos consumiendo? Millones de personas que fuman, son adictos al alcohol o las drogas, demuestran que el ser humano puede atentar contra su propia vida, de forma voluntaria.

Ahora bien, hay muchas otras cosas que consumimos o hacemos, que sabemos son perjudiciales -aunque no sean tan obvias como el fumar, embriagarse o drogarse, pero no hacemos nada para cambiarlo, mejorarlo y evitarlos.

Lo mismo pasa con la con los valores, los principios y la cultura. En Twitter escribí:

Empecemos por la libertad. Hay personas que ven a la libertad como «un lugar; un destino al que tenemos que llegar». Bajo esa mentalidad, no se preocupan por vivir en libertad hoy, sino «en hacer algo para ser libres algún día».

Pero hay un detalle: la única forma de vivir en libertad no es añorándola, sino practicándola todos los días. Cuando vivimos con la mentalidad de «ser libres algún día», aceptamos un sinfín de regulaciones y controles hoy, que creemos «serán buenos para esa futura libertad».

Ahora hablemos del dinero. Cuando una persona maldice al dinero o repite oraciones cliché como «el dinero es el origen de todos los males», está atentando contra sus propios valores, aunque no lo sepa.

El dinero es el resultado del esfuerzo y si no lo tomamos con seriedad, los políticos lo seguirán destruyendo y nosotros aplaudiendo. Esa mentalidad es la que nos hace apoyar políticas como excesivo gasto público, impresión de dinero y altas tasas impositivas; todas esas que nos hacen cada día más pobres.

¿Qué decir del núcleo familiar tradicional? Uno de nuestros valores más pateados y deteriorados hoy día. Cuando una persona habla de la supuesta y falsa «sobrepoblación» y usa eso como «argumento» para decir por qué no quiere traer hijos al mundo, está practicando la cultura de la auto-destruction.

También pasa con ideas como «las familias no son siempre buenas» o «cualquier forma de unión civil, es familia». Pero, ¿Por qué el sistema querría destruir la familia? Porque esta es la primera comunidad de la que formamos parte en nuestra vida y representa un símbolo de unión, fuerza y trabajo en equipo; todo lo que el mal desprecia.

Agrupemos ahora la cultura, creencias y valores. Diariamente, quienes crecimos en Occidente, solemos repetir las falacias que nos vende la maquinaria mediática sobre «lo malo que es la modernidad» y «lo materialistas que somos los americanos y occidentales».

Son muchas las personas que constantemente critican y desprecian la cultura, creencias y valores con las que crecieron, como el trabajo duro, el ahorro, una fe cristiana, las familias numerosas y la modernidad.

La cultura de la auto-destrucción es como el cáncer: toma posesión de nuestra vida sin que lo sepamos, va carcomiendo las partes elementales que están supuestas a mantenernos vivos, nosotros mismos lo alimentamos en la ignorancia y cuando nos damos cuenta, ya es tarde, pues el diagnóstico es una enfermedad terminal.

Cierro con esto:

Jose Miguel

Jose Miguel

Antes de conquistar el poder, debemos conquistar los medios, por eso fundé esta revista y no un movimiento estudiantil. Esta es mi cuenta de Twitter @JP7___

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