Skip to content

El problema de concentrar el poder en pocas manos

Compartir en facebook
Facebook
Compartir en twitter
Twitter
Compartir en whatsapp
WhatsApp

Todos los que en su vida hayan experimentado la desesperanza, sea por el motivo que sea, se preguntaron «por qué me siento así» y «cómo salgo de esto».


 

¿Prefieres el formato de audio? Aquí lo tienes en podcast:


Tiempo estimado de lectura: 4 minutos

 

La respuesta a la primera pregunta es: la falta de opciones. La respuesta a la segunda es: con más opciones.

Los comunistas utilizan la desesperanza para paralizar a las sociedades que quieren controlar. La forma más rápida de lograr esto es, dejando a la sociedad -masivamente- sin opciones.

Pero también en países un tanto más libres, hay un monstruo que pasa desapercibido y que conduce al mismo problema: la única opción.

Yo desarrollo un especial desprecio por todo lo que se termina convirtiendo en “la única opción”. Personas, empresas y gobiernos que llegan a concentrar tanto poder, que todos terminan pareciéndose en su comportamiento: Abuso, manipulación, autoritarismo y prepotencia.

Los seres humanos hemos estado cometiendo el error de concentrar el poder en una o pocas manos. Sea que se trate de poder político, económico, mediático o religioso, cuando las personas alimentamos estos animales devoradores, los resultados siempre son los mismos: nos comen vivos.

No importa si hablamos de una empresa, de un gobierno, de un medio de comunicación o de una figura pública, cuando uno o un grupito crece tanto, que amasa poder en sus manos difícil de controlar, nosotros pagamos el precio.

Podemos citar ejemplos de corporaciones como Amazon, Apple, Facebook, Twitter y Google: todas comenzaron con el propósito de desafiar lo establecido y una vez en la cúspide, se convirtieron ellas en lo establecido.

Todo comienza pequeño y cuando se es pequeño, uno se da el gusto de tener un propósito y te vuelves idealista. Empiezas a aumentar en tamaño y en el olvido va quedando ese propósito por el que decías luchar cuando eras pequeño.

Les ha pasado a todos. ¿Lo han notado?

Pasa con políticos, pasa con artistas, pasa con empresas y con emprendedores. Nadie se salva de la tentación de concentrar poder y terminar escupiendo autoritarismo y prepotencia.

¿Por qué seguimos creando estos monstruos?

Empresarios que innovan y se venden como los genios y diferentes de nuestra era, terminan concentrando tanto poder que lo utilizan para hacer lobby político y conseguir privilegios especiales.

Así, compran políticos, manipulan mercados con sus tweets y son prepotentes.

Hay que detener esta locura de enfiebrarse con una o un grupo de personas y concentrar el poder en sus manos.

A veces se hace queriendo castigar a otros, pero resulta que terminamos creando nuevos monstruos que también se convierten en nuestras pesadillas.

Hay que parar. No es sano. No es bueno. Deberíamos oponernos a vivir así.

Concentrar poder en una o pocas manos es la peor estupidez que podemos hacer si no tenemos un contrapeso con el cual ajustar la balanza.

Y no importa si es una persona, una empresa o un gobierno; terminan igual.

Miren, yo tengo una revista muy pequeña, esta desde donde les compartimos contenido y desde donde les envío estos correos y -como todos- quisiera hacerla tan grande como sea posible.

Cuando me la imagino, digo: ¿Y quién me va a hacer contrapeso?

Bueno, por eso vivo promoviendo trabajo en equipo de medios alternativos; para que exista ese peso.

Espero que esta reflexión les llegue, porque no vamos a tener un mundo mejor si no pensamos mejor, si no nos expresamos mejor y si no nos comportamos mejor.

Este mundo es jodidamente maravilloso para embarrarla concentrando el poder en uno o un grupito.

Se requiere contrapeso.

Jose Miguel

Jose Miguel

Antes de conquistar el poder, debemos conquistar los medios, por eso fundé esta revista y no un movimiento estudiantil. Esta es mi cuenta de Twitter @JP7___

¿Te gustó este artículo? ¡Compártelo!

Compartir en facebook
Facebook
Compartir en twitter
Twitter
Compartir en whatsapp
WhatsApp

Revista tu email una vez te suscribas

Revista tu email una vez te suscribas