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Citado Por CENCOEX ¿Qué Tengo Y Qué Debería Hacer?

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Hace una semana, al igual que 11.399 jóvenes más, recibí un email de CENCOEX (antes CADIVI) para que me presente en sus oficinas en Caracas, con el título que demuestra que realicé una actividad académica en el año 2012.

Palabras más, palabras menos el email me informa que entre el 12 y el 16 de enero de 2015 debo dirigirme a sus oficinas en Caracas con una serie de recaudos, para probar que efectivamente culminé la actividad académica.

Así mismo, posterior a los documentos que solicitan para que sean presentados, no podía faltar el acto de coerción típico de cualquier gobierno socialista y en este caso, de la dictadura chavista: si no presento los documentos, remitirán mis datos a uno de sus “ministerios de paz” para que me sancionen por presunto ilícito cambiario.

¿Qué tengo que hacer según CENCOEX?

Lo primero que me piden es que me mueva desde mi ciudad, sea cual sea, hasta su oficina en Caracas. Seguido, me piden que presente el título que me otorgó la institución académica en el exterior junto con mi cédula de identidad y listo, cesará la amenaza.

Con los requisitos no hay problema pues el título está conmigo, y si no tuviese la cédula de identidad, ese asqueroso pedazo de papel se puede sacar en cualquier lado aunque no sea venezolano, ¿verdad cubanos?

Pero con la primera si hay un grave problema, pues yo no resido en Caracas. ¿Me pagará CENCOEX los gastos de traslado, alimentación y hospedaje para moverme desde mi ciudad hasta la capital? Si me está amenazando para que demuestre algo por lo que yo pagué en 2012, no es difícil adivinar que no nos darán ni refrigerio en las oficinas.

Ahora bien, ¿qué debo hacer? Y para responder a esta pregunta, debo elegir entre lo correcto e incorrecto.

Primero, debo asumir la culpa de haberle solicitado a CADIVI en aquel momento que me vendiera las divisas. Es como si le hubiese pedido a las FARC que me vendieran a sus víctimas de secuestro a bajo precio con el objeto de yo venderlos como esclavos y quedarme con la ganancia.

Pero inmediatamente debo recordar que el control de cambio acorrala y deja sin alternativas legales a los ciudadanos. Y digo “legales” más no “morales”, porque el mercado negro sí es una alternativa moral ante la corrupta legalidad que una dictadura impone.

El control de cambio es a las divisas, lo que el terrorismo es a sus víctimas. Te solicitan documentos, los presentas. Te imponen el precio que debes pagar por las divisas y lo pagas. ¿Y luego tienes que demostrar cómo te gastaste aquello por lo tú pagaste? Es como si tu jefe te llamara todos los meses a preguntarte en qué te gastas el sueldo que él te paga por el trabajo que tú haces.

Que algo sea legal no quiere decir que sea moral, y si es ilegal no quiere decir que sea inmoral. Muchas de las leyes que se aprueban hoy día carecen de toda lógica y ética objetiva, pues lo que una dictadura hace ley es para criminalizar al individuo.

¿Por qué no citan a las “empresas fantasma” que se robaron más de 25.000 millones de dólares a través de CADIVI? ¿Por qué prefieren citar a los jóvenes a los que acorralaron para que solicitaran las divisas como CADIVI quería y cumplieron con todos los requisitos?

La única razón detrás de sus malvadas intenciones es: la opresión; y ya sabemos lo que dice el Himno Nacional sobre la opresión.

¿Qué tengo que hacer? Lo que CENCOEX dice. ¿Qué debo hacer? Lo correcto es que yo no asista a esa mal llamada “convocatoria” de CENCOEX, pues la misma no es más que un acto de amenaza y coerción. ¿Qué opinarán los otros 11.399 jóvenes citados?

 

Por: José Miguel  |  Foto: CENCOEX

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Jose Miguel

Jose Miguel

Antes de conquistar el poder, debemos conquistar los medios, por eso fundé esta revista y no un movimiento estudiantil. Esta es mi cuenta de Twitter @JP7___

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