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Carta A Lorenzo Mendoza: ¿De Quién Es Empresas Polar?

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Otra vez Empresas Polar es noticia, pero cada día esa noticia se hace más peligrosa. Peligrosa porque no es un secreto que el régimen en Venezuela le tiene hambre, deseo y unas ganas indescriptibles a cogerse por la fuerza una empresa que se fundó mucho antes de que todos estos comunistas nacieran.

Me pregunto si usted amigo Lorenzo Mendoza lo sospechará; y estoy seguro que sí porque por muchas ocupaciones que se tengan en la gerencia de una organización uno no puede hacerse el loco cuando tiene a una manada de lobos rodeándolo, salivando de ansiedad y mostrando los dientes en señal de amenaza. Yo estudié administración en la Universidad de los Andes y usted obtuvo una maestría en el MIT Sloan School of Management, y a pesar de las diferencias académicas que puedan existir a los dos nos enseñaron: no descuiden su entorno.

Ahora bien, no sé si a usted en MIT lo enseñaron a defender su propiedad porque a mí en la ULA no, pero lo aprendí leyendo La rebelión de Atlas, de Ayn Rand y vaya que es importante saberlo. Uno no monta una empresa de la noche a la mañana y menos del tamaño, influencia e importancia de Empresas Polar. Para hacerlo, uno necesita prepararse y tener claro cuáles son los objetivos personales que por lo general son maximizar las ganancias para incrementar nuestro patrimonio, lo que resulta ético y moralmente correcto a pesar de todas las mentiras que se hablan sobre la ambición empresarial. Un empresario de verdad gana lo que obtiene con trabajo duro y dedicación, usted mismo lo ha dicho.

Está bien, usted la heredó de su familia y puedo imaginar que quienes lo dejaron a cargo lo hicieron porque confiaron que usted está a la altura de lo que le entregaron, lo que me hace preguntarle: Si su empresa es herencia familiar, ¿por qué acepta que otros que no son sus familiares ni mucho menos empresarios, le digan cómo y en qué condiciones manejarla? Y sí, me refiero a estos funcionarios que se visten con la ropa que compran con el dinero que usted paga en impuestos.

Piense que fácilmente usted, Lorenzo Mendoza, pudo haberse dedicado a la política y si su interés era el dinero, en la política habría conseguido mucho sin tener que hacer nada. Pero no, usted decidió el camino correcto: producir. ¿Por qué acepta que lo persigan y le impongan cómo, cuánto y qué debe producir? Espero que tenga claro que, después de toda regulación siempre viene el castigo.

Vea lo que le hicieron a los directivos de Farmatodo, que a pesar de estar presos injustamente, la consecuencia en buena medida es su responsabilidad por no haberse opuesto radicalmente y a tiempo a algo tan maquiavélico como la Ley de Precios. Aceptaron trabajar bajo esa amenaza, se registraron en todo lo que la dictadura les ordenó y nada de eso cambiará el destino de la víctima cuando el depredador tiene hambre. ¿Qué lo hace pensar que usted saldrá ileso?

Hoy lo están obligando a trabajar a pérdidas y además le están imponiendo qué productos puede producir y cuáles no. A ellos no les importa si usted pierde en el proceso porque su objetivo es ese: quebrarlo. Usted es un simple medio para sus fines: el control absoluto. ¿Seguirá aceptándolo?

Mire amigo Lorenzo, yo tengo 30 años y cuando me gradué a los 25 monté inmediatamente mi pequeña empresa, también familiar. Me bastaron 2 años para entender que esta, que no es la Venezuela que los visionarios queremos, no es adecuada para trabajar. El control de cambio me arrebató de las manos la posibilidad de traer del extranjero los productos que quería comercializar; hoy solo ofrecemos el 1% de lo que ofrecíamos en 2010. Asimismo, la LOTTT nos ha prohibido ofrecer el servicio de subcontratación con el cual contratábamos libremente y en beneficio mutuo con los clientes. Si yo, que soy un novato empresarial puedo entender el juego de esta dictadura y fijar posición, ¿por qué usted no?

Para terminar:

Admito que he cuestionado que sus prácticas empresariales sean ejemplares, porque la ambigüedad de sus discursos se presta para interpretar cualquier tipo de cosas, más aún en un país que se ha acostumbrado a los favores gubernamentales como método para “hacer negocio”; quiero decirle:

No sea más el medio para los fines de otros. No sea más el que se sacrifica para que otros se mantengan en el poder. El método que usted decidió para ganarse la vida es el correcto, la producción, y no necesita que aquellos que no producen nada le digan cómo lo tiene hacer. Lo que necesita es entender el valor de su propio trabajo; lo que necesita es aceptar que su propiedad se debe defender. Empresas Polar ha venido de generación en generación dentro de su familia y si no fija posición contra quienes quieren robársela, no será a sus hijos a quienes usted se la vaya a ceder.

¡Rebélese!

 

PD: Si Lorenzo Mendoza quiere profundizar en el cómo defender su propiedad, yo, José Miguel Pérez me comprometo a regalarle el libro La rebelión de Atlas, de Ayn Rand solo si puedo entregarlo directamente.

 

Por: José Miguel  |  Foto: Lorenzo Mendoza

Jose Miguel

Jose Miguel

Antes de conquistar el poder, debemos conquistar los medios, por eso fundé esta revista y no un movimiento estudiantil. Esta es mi cuenta de Twitter @JP7___

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