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Carta A La Mujer Venezolana: ¿Has Pensado En El Poder De Tu Belleza?

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¿Quién no ha alabado la belleza de la mujer venezolana? Tan evidente es, que en el extranjero se refieren a Venezuela como «el país de las mujeres bonitas». Es así, como una especie de bendición que reposa sobre las venezolanas y que les abre puertas, las hace merecedoras de sonrisas y miradas bonitas.

Algunos atribuirán esta imagen en el exterior sobre la mujer venezolana al Miss Venezuela. Yo prefiero atribuírsela a una casi perfecta combinación de razas. La mujer venezolana puede ser morena y cabello oscuro, al mismo tiempo que puede ser blanca y cabello negro o castaño claro. También puede ser blanca de cabello rubio, o pelirroja, en fin, hermosa, alegre, de carácter y de curvas.


La reflexión

¿Cuál ha sido el uso de la imagen femenina en el mundo? Lamentablemente la mayor parte del tiempo, esta poderosa virtud de la mujer se ha reducido a concursos de belleza que terminan en obras de caridad, junto al famoso discurso de «la paz mundial». ¡Es demasiado potencial desperdiciado! Por eso quiero ir más allá con esta carta a la mujer venezolana.

Es un hecho, el discurso de “paz mundial” está trillado porque se habla de paz pero no se menciona cómo se logra. Algunas personas creen que la causa de la violencia son las armas, el dinero o la desigualdad social; pero nadie va a la guerra si no es para defender sus ideas.

Algún tiempo atrás le sugerí a una amiga que participaría en el Miss Venezuela, que dejara de lado el tradicional “discurso de paz” y se animara a llevar una idea más poderosa y necesaria en nuestros tiempos: la libertad. Como no vi interés en mi amiga, hoy quiero proponérselo a la mujer venezolana, a la que lea esta carta y sienta que puede hacer más.


Las razones

Tú, mujer venezolana, que has padecido todos los males a los que te ha condenado el socialismo durante tantos años. A ti, mujer venezolana, que te separaron de tus hijos. A ti que te hicieron tomar la decisión un día -y a las carreras- de llenar una maleta con lo menos posible y coger vuelo a otro destino, lejos de casa, lejos de los tuyos, condenada a vivir en el destierro.

A ti, mujer emprendedora, que viste tu propiedad privada y el fruto de tu trabajo esfumarse de un plumazo en las manos de los peores ciudadanos, en forma de leyes, disfrazados con el uniforme de las Fuerzas Armadas.

A ti, mamá venezolana, que en las calles de lo que pudo haber sido tu paraíso -Venezuela- te arrancaron de un chispazo la vida de tu hijo, de tu hija; o que en el mejor de los casos viste a tu familia dividirse en mil pedazos, gracias a esa ideología del mal conocida como el socialismo, gracias a las prácticas de la izquierda venezolana.

A ustedes, mujeres bellas, venezolanas de bien, que donde quieran que estén hoy día tienen ese mal sabor de «no sentirse en casa», porque aun quienes han tenido que vivir la tragedia en la propia Venezuela, sienten que «ese no es su país», que «ya no es su casa», que «no se siente igual».

Razones hay de sobra para considerar la invitación que les quiero hacer. Razones sobran para enfrentarnos juntos a estos criminales de la izquierda nacional. Motivos abundan para reflexionar sobre el qué nos trajo hasta aquí, el cómo nos han hundido, el quiénes lo han hecho y quiénes les han colaborado, y cuál es el camino correcto para salir de la peor crisis causada por el hombre: el socialismo.

Y aquí voy…


La invitación

Mujer venezolana, en donde quiera que estés…

Esta es una invitación para que te animes a promover las ideas que el mundo entero parece haber olvidado, pero más aún, Venezuela. Desde la distancia o desde adentro y sin la necesidad de poner en riesgo tu vida, tú -mujer venezolana- puedes ser la imagen que muy pocas se atreven a ser. Tú, que has vivido en carne propia las consecuencias del socialismo, que has visto lo bueno y lo tuyo ser destruido, tú puedes ser parte del cambio.

Si eres de las que tuvo que dejar Venezuela, estarás de acuerdo en que no se deja la tierra propia -ni la casa de uno- para irse a vivir en un país con más controles, pues todos nos habríamos ido a Cuba. Uno lo hace porque quiere vivir en libertad.

Si eres de las que se quedó en Venezuela, estarás de acuerdo en que no quieres seguir viviendo bajo el mismos sistema, en constante alerta, miedo y miseria eterna. Al ver en lo que han convertido a Venezuela, querrás verla salir de la oscuridad y brillar para siempre, ser un país libre, prospero, desarrollado, al que tus, hijos, familiares y amigos quieran volver o nunca dejar.

Con qué mala experiencia tuvimos que aprender que el único camino hacia la paz es que cada quien sea libre para expresarse y ganarse la vida como mejor le parezca, sin más limitaciones que las propias.

¿Qué tal si tú, mujer venezolana, te conviertes en esa imagen y esa voz de libertad que tanta falta hace hoy día? ¿Qué tal si te haces portavoz de las ideas de libertad? ¿Qué tal si asumes el derecho a la vida, la libertad y la propiedad, como tus valores?

En la historia han existido mujeres que -sin contar con la dicha de una belleza despampanante- han fijado posición y han triunfado; han sido objeto de cambios importantes. Margaret Thatcher no tenía la belleza física de la que una venezolana puede disfrutar, pero qué hermosa se veía con las ideas que promovía.

Mujer venezolana, ¡No desperdicies tu potencial!

La actriz, cantante y locutora Kiara te puede inspirar. Ella ya ha asumido los principios del libre mercado, el gobierno limitado, la propiedad privada y la derecha política como sus ideales.

Mujer venezolana, ¡Venezuela espera por ti!

 

 

Por: José Miguel

Jose Miguel

Jose Miguel

Antes de conquistar el poder, debemos conquistar los medios, por eso fundé esta revista y no un movimiento estudiantil. Esta es mi cuenta de Twitter @JP7___

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