Gracias a la «genialidad» y al compromiso con la dictadura del Ministro de Defensa de la Revolución, Vladimir Padrino López, en Venezuela se ha aprobado una ley que autoriza el uso de armas mortales para “controlar el orden público” en las protestas, que en lo personal llamo: Ley Masacre.

Como bien ha sido tradición desde 1999, las leyes que se aprueban en Venezuela son para darle un toque de legalidad a los delitos, para proteger a los delincuentes y someter a los inocentes. ¿Necesitaban una ley para seguir matando? En realidad la ley tiene como función aterrorizar a todo aquel que esté harto de la crítica situación en Venezuela y ose protestar; pero era innecesaria pues en 2013 en Venezuela mataron a más de 24.000 ciudadanos y en 2014 a casi 25.000.

Cabe destacar que en las protestas del 12 de febrero de 2014 ya vimos a funcionarios de la policía del pensamiento (SEBIN) usando armas letales contra manifestantes, incluso a algunos de ellos se les acusa del asesinato de Bassil Da Costa. También vimos cómo funcionarios de la GNB asesinaron a quemarropa a Geraldine Moreno, por mencionar solo algunos casos.

¿Para qué es necesaria la Ley Masacre? Si ya la Ley Desarme le prohíbe a los venezolanos defenderse legítimamente pero le permite a los delincuentes y funcionarios de “seguridad” actuar libre e impunemente, esta nueva ley tiene por objeto desviar la atención nacional de la noticia que vincula a Diosdado con el narcotráfico, de la terrible escasez de alimentos y medicinas y tratar de evitar que la gente salga a la calle a ejercer el artículo 350 de la constitución nacional en desobediencia contra la dictadura.

Después de toda ley desarme viene la masacre, y la historia tiene muchos casos que así lo demuestran. El propósito de prohibir el porte de armas por parte de un Estado no es la paz sino asegurar que esos funcionarios a los que luego les darán licencia para matar a través de una Ley Masacre, no reciban respuesta de vuelta cuando decidan aniquilar a toda una nación desprotegida.

No queda la menor duda de que Venezuela está en manos de un Estado Terrorista, cuyo placer morboso lo satisfacen sembrando terror, violencia, corrupción y muerte en el país. Esto es el socialismo puro, donde todo el poder se concentra en manos de muy pocos pero con muy malas intenciones.

No hay dólares, no hay comida, no hay medicinas, pero balas sí hay y pondrán a toda Venezuela a comer plomo cuando ejecuten la masacre que tienen en mente.

Por: José Miguel  |  Foto: Vladimir Padrino López