A Ivana Simonovis:
Sólo puedo pretender imaginar lo que tu sientes a tus 15 años de edad y haber pasado todos estos años sin poder compartir con tu padre Iván Simonovis tus momentos de alegría y tristeza, pues a tu edad comprendo que necesitamos ese cariño y esas enseñanzas que un buen padre nos da.
Lamento que él, tú y tu familia hayan tenido que pasar esta desgracia frente a la injusticia en manos del peor régimen que ha tenido Venezuela.
Sin embargo, como estoy convencido de que Venezuela atraviesa un problema no sólo político sino plenamente cultural, que debe ser orientado hacia el cambio desde la base de la inocencia y educación de las nuevas generaciones, me tomo el atrevimiento de referirme a tu carta.
Cuando alguien te enseña Ivana, a pedir «clemencia», te está enseñando a demostrar lástima y a utilizarla como método de negociación que sólo será aplicada si necesitas negociar con injustos. Lo que viene luego de pedir «clemencia» al malo para tratar de apelar a su «justicia», es la sumisión. Cuando alguien te pida que apeles a la lástima pregúntale, tú que confías en la inocencia de tu padre Iván Simonovis:
«Y si estos mismos que durante años me han causado tanto dolor oyen mis peticiones y liberan a mi padre ¿Tendría qué darles las gracias? ¿Significaría qué ya no son malos y ahora son buenos?»
Ivana Simonovis, la verdad no se negocia, se defiende. No apeles a la lástima de quienes injustamente han causado dolor a ti y a toda tu familia, porque el resultado de eso será que tendrás que estarles agradecida si responden. Lamento la situación que te ha tocado vivir, pero ante la injusticia tienes un aprendizaje a muy temprana edad que puede servirte para toda la vida: el aprendizaje de nunca negociar la verdad, sino defenderla.
Estoy seguro que si a tu edad lo aprendes, serás de las mejores mujeres que habrá conocido en esta tierra la raza humana.
La justicia Ivana, está precisamente en nunca renunciar a la verdad.
Mis mejores deseos para ti.
Por: José Miguel | Foto: Ivana Simonovis
Publicado por primera vez en: vidalibertadpropiedad.blogspot.com