Desde hace varios años, el senado de los Estados Unidos, algunos de sus miembros y actualmente Donald Trump, hablan de prohibir TikTok en los Estados Unidos.
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Esto no es nuevo, pues desde 2019 el Senado de los Estados Unidos ha alertado sobre la amenaza para la Seguridad Nacional que representa la aplicación de videos de origen chino «TikTok». La procedencia de la aplicación se conoce, pero lo que alarma a los Senadores estadounidenses es el destino de la información que los usuarios suministran a TikTok.
El Senado sabe que la aplicación es propiedad de una empresa china que tiene como propietarios a miembros del Partido Comunista Chino y -según las leyes de China- la empresa está obligada a suministrarle toda la información al «gobierno».
¿Qué tipo de información? Tu ubicación, fotos, videos, mensajes de textos, otras aplicaciones que usas en tu celular, sitios web que visitaste y mucho más. Oficialmente, si tienes TikTok en tu celular, tienes un espía del Partido Comunista Chino en tu dispositivo 24/7.
Es por eso que Estados Unidos comenzó con prohibir TikTok en los celulares de funcionarios públicos, especialmente esos que trabajan en organismos de seguridad nacional, pero ahora quieren extender esa prohibición a todo el país.
¿Tiene sentido prohibir las cosas?
Algunos alegan que «prohibir no sirve de nada, porque la gente conseguirá formas de evadir la prohibición», lo que es cierto desde la «coma» en adelante; pero -lamentablemente- el prohibir cosas le funciona a quien lo hace, en gran medida. Otros alegan que «el Estado no tiene el derecho a prohibir nada», y si bien esto desde el punto de vista teórico libertario es cierto, el mundo real no funciona así.
Está claro que una prohibición no erradica lo que se está prohibiendo, solo hace más difícil su propagación, su difusión, su alcance. Suena macabro, pero es la realidad. El objetivo de quien prohíbe algo puede ser el «desaparecerlo», pero una prohibición no tiene tal poder, lo que no quiere decir que «no funciona».
¿Acaso la cuarentena mundial no nos ha demostrado que las prohibiciones sí funcionan?
En la mayor parte del mundo, los ciudadanos tienen prohibido salir libremente, agruparse libremente, distraerse libremente. Hasta el trabajo y el emprendimiento han sido prohibidos con la excusa de «no propagar el virus chino», lo que ha desembocado en una sociedad que solo tiene permitido hacer un número muy limitado de cosas, pero todo lo demás lo tiene prohibido. ¿No es acaso esa la mejor demostración de que prohibir funciona en el mundo real?
¿Qué se gana con prohibir TikTok?
Desde el punto de vista del gobierno de los Estados Unidos, el objetivo es «evitar que más información personal sea enviada a China para el uso, goce y disfrute del Partido Comunista Chino».
Al prohibir el uso de la aplicación, el gobierno estadounidense ralentiza el crecimiento exagerado que TikTok ha tenido (en 2019 fue la aplicación más descargada, superando a Facebook e Instagram) dentro de las nuevas generaciones. También le sirve a Estados Unidos para presionar a la compañía para que la aplicación sea -eventualmente- vendida a una empresa estadounidense o se haga estadounidense y así poder tener más control sobre las actividades de esta.
¿Es esto libertario? No. ¿Es esto una violación de los gobiernos a los derechos individuales? Sí. ¿Está Estados Unidos solo pensando en la protección de los ciudadanos? No. ¿Están buscando sacar algún provecho? Sí.
Y ese es el mundo en el que vivimos, donde las cosas -tristemente- se hacen así. China quiere el poder y Estados Unidos trata de detener el hecho de que ese poder controle su país. ¿Es lo correcto? Sí. ¿Debe Estados Unidos jugarle sucio a China? Por supuesto.
Ahora, desde el punto de vista de los ciudadanos, no hay ningún beneficio tangible con tal prohibición, más sí es obvio que al ponerle trabas a la descarga y el uso de la aplicación, menos personas la descargarán y usarán. Puedes usar un VPN para saltar la prohibición, pero esto tiene un costo, lo que hace que ya no sea accesible para todos. Puedes evadir la prohibición, pero aunque lo hagas, cualquier cosa que se nos hace más difícil -está demostrado- empieza a perder poder de crecimiento y de avance.
Conclusiones
En el camino por lograr un mundo más libre, los individuos no podemos perder de vista la realidad, lo inmediato. Controlar lo inmediato nos permitirá llegar a donde queremos, en el mediano y largo plazo.
Lo inmediato es que, en la actualidad, los comunistas están comiéndose al mundo y nosotros andamos de románticos considerando que «ellos tienen derecho a hacerlo». ¡No! Nosotros tenemos el derecho a detenerlos y eso significa: jugar este juego con las reglas que hay.
La izquierda es sucia, los comunistas son macabros, los zurdos no tienen escrúpulos y los progresistas se las traen. ¿Seguiremos los defensores de la libertad dejando que estos se salgan con la suya? ¡No deberíamos! ¿Debemos jugar este juego con las reglas que hay? Sí. ¿Nos hace eso iguales a ellos? ¡Nunca! Porque nuestros valores son la vida, la libertad, la propiedad, la familia y la búsqueda de la felicidad, mientras que los de ellos son el control, el abuso de poder, el saqueo, la maldad y el genocidio.
«Prohibir» no será lo más libertario del mundo, pero si le ha funcionado a la izquierda, le puede servir a los defensores de la libertad para -por fin- ganarle una a esta.