El Premio Nobel de la Paz otorgado la semana pasada a Juan Manuel Santos, es sin lugar a duda la prueba más reciente que tengo para soportar y defender lo que muchos pensamos: “El Mundo definitivamente está al revés”.
Puede que no sea del agrado de todos, pero como fiel defensora de la libertad me es imposible compartir y entender la alegría que muchos sienten por el premio otorgado a Juan Manuel Santos. ¿Por qué? Sencillo, No hay nada más descabellado que intentar firmar un “acuerdo de paz” con las FARC. Y más descabellado aún, premiar a quien se le ha ocurrido semejante idea.
Les explico las tres principales causas por las que Colombia dijo NO al acuerdo de paz, y claro, lo que pienso de cada una de ellas.
1.- Tribunal de Justicia Transicional – proveer jurisdicción especial
El acuerdo de paz, hablaba de someter a juicio a los guerrilleros, sin embargo, se estimaba que la mayoría de los rebeldes serian amnistiados y no pagarían condenas. Y aquellos que pagarían condena, lo harían con base a la confesión de sus crímenes. Personalmente creo que aquel que ha vivido como un antisocial, robando la libertad de otros e impartiendo ideologías que van en contra de la convivencia, no tiene moral, valores, ni mucho menos valentía para confesar y asumir los castigos por los crímenes que haya cometido. De manera que la impunidad sería la principal bandera de este acuerdo.
2.- Transformación del grupo guerrillero en un partido político
Parte fundamental del acuerdo era legitimar las barbaridades cometidas por las FARC. Se les otorgaría dinero, (como si ya no tuviesen suficiente) para establecer el partido y difundir sus ideas. Se les garantizaría su participación en el Comité de Representantes y en el Senado, y para cerrar con broche de oro, cualquier líder de las FARC podría ocupar estos escaños, incluso aquellos culpables de crímenes de lesa humanidad. De verdad que nadie escarmienta en cabeza ajena. Venezuela, durante 16 años le ha demostrado al mundo lo que pasa cuando delincuentes y -peor aún- personas que han cometido crímenes de lesa humanidad llegan al poder. No creo haga falta enumerar las consecuencias.
3.- Amnistía para el Narcotráfico
El acuerdo no mencionaba de manera explícita el Narcotráfico, sin embargo, indicaba que nada de lo que se haya hecho para financiar la “revolución” sería considerado como un delito. Y todos sabemos cómo la guerrilla se ha financiado a lo largo de los años. El narcotráfico ha sido -por excelencia- el mejor plan de pensión que puede existir para financiar, apalancar e incrementar la corrupción latinoamericana.
Los puntos que contenía el acuerdo de Paz firmado en “la Habana” -bastante curioso esto-, sin duda alguna, me hace cuestionar las buenas intenciones que pudo o puede tener Juan Manuel Santos.
La vida, la libertad y la propiedad no son negociables. Aquel que abre la puerta para negociar con un delincuente, demuestra inmediatamente su carencia de ética, o -mejor dicho- que su ética es la misma del delincuente. La falta de memoria y el querer hacer borrón y cuenta nueva, después de 50 años de guerra, secuestros, violaciones, maltrato, narcotráfico y pare usted de contar, debería ser considerado también como crimen de lesa humanidad.
Yo, no premio la falta de ética. Yo, no premio al que olvida. Yo, no firmaría acuerdos con delincuentes. Yo, no negocio mi libertad. ?Y tú?
Por Siulilba Balza S.