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Reconstruyendo La República: Los Lobbies Políticos, ¿Cómo Funcionan?

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Dedicado a L y en clave de G

Uno de los retos más importantes para reconstruir una República es el cambio personal que cada uno de nosotros debe hacer. Debemos comprender nuestra responsabilidad individual y el cómo nuestras acciones, por pequeñas que estas sean, afectan a la sociedad y a las instituciones que de esta surgen. Debemos asimilar en nuestro ADN el hecho de que las sociedades prosperas son también sociedades de individuos conscientes de sus derechos individuales (Libertad, Vida y Propiedad) pero además que comprenden hasta el extremo el límite de los mismos y la importancia que tiene el respetar esos mismos derechos en el resto de las personas.

Uno de los elementos más negativos y contraproducentes contra los Derechos Individuales que existen en la Democracia (y en otros sistemas), es la existencia de los Lobbies. Hay quienes incluso han llegado a decir que son parte de los beneficios de la misma, pero los lobbies son en realidad una manera aceptada de intercambio de favores políticos entre diferentes actores sociales.

Un lobby consiste en un grupo de presión formado por individuos o grupos que tratan de impulsar reformas o políticas dentro de la sociedad. Hasta acá todo está bien, pues todos tenemos derecho a exponer nuestras ideas, el problema reside en que TODOS esos grupos de lobby pretenden realizar esos cambios ofreciendo favores a políticos a populistas quienes, a cambio de reformas legales que impongan a TODA la sociedad la forma de ver del lobby, obtienen votos y financiamiento para sus campañas políticas.

Normalmente las reformas que los lobbies apoyan inicialmente tienen un basamento lógico y son socialmente necesarias, el problema reside en que una vez que los lobbies alcanzan masa crítica, se convierte en estructuras de poder y como tales tienden a fomentar la corrupción de sus personeros. Una vez que las demandas iniciales han sido satisfechas, los lobistas tienden a demandar más cosas y cada vez que lo hacen, estas demandas se convierten en más y más intrusivas y dañinas en los derechos individuales de personas de otros grupos. Los lobbies crecen en poder cercenando las libertades individuales.

Algunos Ejemplos:

El Lobby Industrial

Los empresarios Mercantilistas, tan acostumbrados a recibir favores de los Populistas, forman lobbies empresariales que intercambian financiamientos por apoyo político a la hora de crear leyes que les favorezcan al momento de hacer sus negocios.

Es así como grandes corporaciones energéticas han logrado obtener subsidios para la producción y comercialización de hidrocarburos; al igual que empresas de radiodifusión han disfrutado de rentables monopolios u oligopolios creados por regulaciones estatales; también de esta manera los banqueros han hecho multimillonarios negocios usando información de primera mano del gobierno, obteniendo tasas preferenciales y consiguiendo la aprobación de políticas regulatorias del sistema financiero que limpian la competencia del mercado.

Para el mal empresario el lobby es el negocio a seguir, lo que normalmente empieza con presión para mejorar las condiciones regulatorias de un sector industrial termina transformándose en la creación de privilegios para el mismo y la imposición a la sociedad de muchísimas restricciones.

El Lobby Sindical

Del lado de la mano de obra ocurren cosas muy similares. Los lobbies ofrecen apoyo político de sus bases a candidatos populistas, a cambio de beneficios menores para sus miembros. Lo que normalmente empieza como la búsqueda de mejores condiciones para los trabajadores, rápidamente se termina trasformando en escándalos de corrupción sindical. No es raro escuchar hoy día de sindicalistas que nunca o muy poco se desempeñaron en sus funciones laborales, pero que lograron amasar fortuna, escalaron posiciones políticas sin mérito y hasta incluso llegaron a ser mandatarios de países sin haber conducido un autobús.

Curiosamente, aunque parecieran encontrados, en algunos países, los lobbies sindicales e industriales confluyen en hacer presión a los políticos para lograr la introducción de leyes que limiten el ingreso de competidores al mercado. De esta manera los líderes sindicales se ganan favores de los industriales a cambio de políticas empresariales que solo den empleo a miembros de sindicatos particulares y los políticos obtienen dinero y votos.

El Lobby Ambientalista

Aunque apoya causas que pueden considerarse nobles y que están asociadas a la conservación ambiental y al cuidado de los animales, este tiende a ser uno de los lobbies más fanáticos y politizados. Si bien el cuidado del medio ambiente es algo que atañe a todos, el lograr este objetivo mediante el uso del poder coercitivo del estado es extremadamente negativo.

Cuando el Estado, en nombre de la protección ambiental prohíbe el desarrollo de tal o cual actividad tradicional, afecta económicamente de forma negativa a la población que depende de ella. Cuando se imponen regulaciones que implican cuantiosas sumas a las empresas, se introduce presión en el mercado que normalmente resulta en incrementos de precios y afectación de la demanda laboral, que pudo haber sido evitada si el cambio se realizaba desde el mercado y mediante procesos de concientización, sin la necesidad de necesariamente eliminar de forma tajante las formas tradicionales.

Este lobby ha sido capaz de casi clausurar el debate sobre el Cambio Climático, impidiendo que se puedan contrastar sus teorías con aquellas provenientes de científicos quienes difieren y de esta manera evitando la necesaria discusión científica y el contraste de hipótesis, aun cuando varias de sus premisas han demostrado debilidad argumentativa.

Otro aspecto negativo de este lobby es su apoyo a los subsidios para las empresas ecológicas con el cual han forzado el incremento de impuestos a los ciudadanos para financiar el desarrollo de un grupo industrial que les es conveniente.

Adicionalmente esta con ellos el lobby animal, el cual bajo la razonable defensa de la necesidad de concientizar a las personas sobre la importancia de proteger a los animales, ha incluso llegado a pedir la absurda ridiculez de otorgar derechos a los mismos sin percatarse, o haciéndolo malintencionadamente, que este hecho implicaría el convertirlos en sujetos de derecho y por tanto responsables en un juicio legal y propensos a responder por sus faltas ante sus pares y otras especies.

El lobby Conservador Religioso

Este es probablemente uno de los lobbies de más vieja data y quizás uno de los más poderosos aún. Al igual que el resto de los lobbies, este cambia en características y grado de poder de país en país. En países católicos es católico; en países musulmanes es islámico; en otros será de otra religión; en algunos empuja las reformas desde el trasfondo político y sin ser tan evidente y en otros países, sobre todo en aquellos no seculares como los islámicos, gobierna directamente.

A este tipo de lobby le debemos cuanta guerra por religión ha iniciado estado alguno desde la era de las Cruzadas y muy probablemente antes de ello. Le debemos que los crímenes perpetrados por sus sacerdotes (de cualquier credo) hayan pasado inadvertidos por la justicia por muchos años en casos de asesinato, corrupción, pedofilia y narcotráfico. También le debemos que, en algunos países se hayan impuesto gobiernos teocráticos completamente intolerantes a otras creencias (Arabia Saudita e Irán por ejemplo). Han sido los promotores del prevalecimiento de ideologías contrarias al progreso y han creado sus propios partidos políticos.

Con todo lo negativo que han sido sus actos en el pasado, debemos reconocer que han llevado a cabo algunas acciones loables, y que además representan las creencias espirituales de los individuos; y estas son libres, nos parezcan correctas o no.

El Lobby Feminista

El lobby Feminista tuvo su verdadera era dorada a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando las mujeres de la época luchaban por la igualdad de condiciones políticas y económicas frente a los hombres. Lo que comenzó como una lucha para lograr la aceptación del voto femenino llegó a su cisma cuando, a causa de la Segunda Guerra Mundial, las mujeres fueron llamadas a ocupar los puestos de trabajo que los hombres debieron dejar para ir a luchar. Este punto marco un cambio definitivo en el rol femenino en el ambiente de trabajo y en el mundo. Futuros desarrollos como la pastilla conceptiva, brindaron a la mujer más oportunidades de libertad y ya para los años 80, la lucha del lobby se concentraba en mejoras dentro de las relaciones matrimoniales.

Lamentablemente hoy día, este lobby ha dejado de ser el ejemplo de lobby positivo que solía ser y se ha convertido en el mejor ejemplo de lo que un lobby negativo es. El mismo lobby que, en el siglo XIX, pedía que se abolieran las restricciones legales que impedían a las mujeres desarrollar su potencial; bajo la influencia de la nefasta Ideología de Género, ha iniciado una lucha contra la naturaleza misma.

Hoy en día el lobby feminista está siendo utilizado como instrumento político para la introducción de reformas legales que forcen nuestro cambio natural de entendimiento de los géneros biológicos masculino y femenino. Pretende manipular el lenguaje para hacernos entender que hombre y mujer no existen sino que son creaciones culturales y que todo lo que significa hombre (masculino) es malo. Esto ya ha avanzado en países como España, para su mayor comprensión recomiendo leer a Dakar Parada.

http://dakarparada.blogspot.ie/2015/04/contra-la-ideologica-de-genero.html

El Lobby LGBT

Muy aclamado hace poco por lograr presionar a los políticos americanos para la aprobación del matrimonio de personas del mismo género. Ha tenido una muy positiva labor al lograr la aceptación de una comunidad que hasta hace poco más de 30 años se encontraba relegada o escondida. Lamentablemente su última victoria la logró como una concesión del Estado, quien ahora les otorga el derecho a casarse, y no como un abolición de la capacidad de los políticos de involucrase en los contratos matrimoniales de las parejas

Pero no todo es bueno con este grupo, sus abusos de poder ya son notorios contra gente que se les opone e incluso para con miembros de la misma comunidad LGBT. Entre los casos abusivos más resaltantes de este grupo político podemos mencionar el reconocido caso de la pastelería propiedad de cristianos conservadores, que fue obligada a hornear una torta para una boda LGBT pagar el precio de ser clausurada (leer aquí). O el caso del hotelero gay que le facilitó un salón a los republicanos (leer aquí)

Ya hoy incluso se menciona que el próximo objetivo de este lobby es forzar a las iglesias a casar parejas LGBT, atentando de esta manera contra la libertad religiosa. Sea esto verdad o no, es algo que está por verse.

El Fin de los Lobbies

La única manera real de acabar con los lobbies y su dañino efecto sobre la libertad individual es restando poder al Estado para interferir en el ámbito privado de los individuos, en el mercado y en la sociedad. Mientras esto no ocurra los políticos populistas y los grupos de interés seguirán en su lucha continua para lograr privilegios y restar libertades a grupos en competencia. La muerte del sistema de lobbies representaría, inmediatamente, la muerte del populismo y los gobiernos de amigotes que por tan mal camino llevan al MUNDO entero.

 

Por: Julio Pieraldi  |  Foto: albaciudad.org

Julio Pieraldi

Julio Pieraldi

Venezolano, Ingeniero, Liberal y defensor acerrimo del Libre mercado. Adversarion del Colectivismo en todas sus facetas y de aquellos que pretenden hacernos creer en seres humanos ideales y sueños paradisíacos. No hay NADA gratis en la vida

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