En la actual situación que vive el país, donde la crisis sobre las instituciones políticas es clara, y con un alto nivel de desconfianza y descrédito a partidos políticos y líderes, resulta importante destacar la importancia de incorporar activamente educación cívica de forma más intensiva en el sistema escolar. Su carencia después de la Reforma Educacional de 1996, ha impedido una buena comprensión de los deberes y derechos que poseen todos los ciudadanos, y el servicio que deben prestar los políticos al bienestar de los ciudadanos y que debemos exigir. Cabe destacar que la clase política se encuentra completamente desprestigiada desde hace varios años, siendo los casos CAVAL, y SOQUIMICH, simplemente la eclosión de un malestar ciudadano que busca expresar su indignación, pero la gran mayoría de la población no comprende cuáles son las funciones del Presidente de la República, el Congreso Nacional, el gobierno municipal, y los cuerpos intermedios.
Para explicarlo en simple, el problema tiene múltiples orígenes y quizás el mayor puntal fue el dejo de los políticos respecto a las instituciones. Con el fin del Gobierno Militar y la instalación de los gobiernos democráticos, las expectativas, las promesas hechas, junto a la conexión de los políticos con la realidad ciudadana se fue perdiendo lentamente. Esto fue tomando forma, cuando muchos de los opositores al anterior régimen, fueron comprobando que muchas de las reformas realizadas resultaron provechosas para el país -pero reconocerlas era políticamente incorrecto-. Se preocuparon de cuidar instituciones, mantener equilibrios -y crear sus propias redes de influencia- y evitar ante todo mostrar debilidad ante el mundo militar, con el cual se estaba empezando a tener relaciones. Cabe destacar, que los partidos de derecha -como son Renovación Nacional y la UDI- no desarrollaron un discurso atractivo que incentivara a la participación, ni desarrollaran un proyecto país que pudiera convertirse en una real alternativa de poder que pudiera competir con la Concertación en la administración del Estado.
Volviendo al tema Educacional, cabe destacar que en la Educación Media, solamente con el Ajuste curricular del año 2009, se volvió a tratar con mayor formalidad conceptos como República, Democracia, Poderes del Estado, Ciudadanía y las características del sistema electoral. Basta explicar algunos conceptos para sorprenderse de la incomprensión, y sorpresa de los alumnos, al darse cuenta que su conocimiento del tema es absolutamente nulo. La confusión de las funciones entre las labores de un parlamentario y las de un alcalde y que decir su consideración a la importancia de los políticos ¡es absolutamente nula! Muchos jóvenes muestran apatía, fundamentalmente porque no entienden la razón de ser de los políticos y sienten que sus practicas habituales están absolutamente alejadas de la realidad, y salvo menciones honrosas, sus expresiones son completamente ciertas.
Muchas de las virtudes que tuvieron los chilenos antes que hacían de nuestro país un país de ciudadanos, están perdidas en la ambigüedad, comodidad y un peligroso hedonismo. La sociedad de conductas respetuosas, debe recuperarse y es fundamental enfrentar este problema con altura de miras y evitar por sobre todo caer en el juego de refundarlo todo. Vivimos en un país que es un ejemplo en latinoamérica, y como dijo Alfred Croiset “El enemigo más temible de la democracia es la demagogia”. Y debemos preocuparnos por educar y entregar herramientas a las futuras generaciones para incentivar a participar – bajo el contexto de las nuevas tecnologías y la globalización, pero haciendo entender a los futuros ciudadanos su cuota de responsabilidad en las decisiones del país.
Por: Ernesto Medalla Mesa – Analista Circulo Acton | Foto: abc.es
