No queda ajeno a nadie que Chile ha tomado nuevos rumbos en los últimos años. Así, se ha abierto el paso y reformas estructurales al “modelo chileno” que ha traído mucho éxito al país y que ha posicionado a Chile como un referente. Estas reformas y cambios a las instituciones vigentes están desmantelando de a poco, todo el progreso obtenido en las últimas décadas.
Sin embargo, este proceso no se detiene y la llamada “retroexcavadora” arranca con alguna celeridad los cimientos del modelo neoliberal. Así este país levantado sobre la libertad y la responsabilidad, hoy se encuentra en una grave crisis. Pero todo esto no ha pasado inadvertido ni para los chilenos ni para el mundo. Son muchos los que ya han advertido que todo lo que está ocurriendo en Chile no terminará bien y que si no se detiene todo esto, Chile perderá todo lo avanzado en los últimos años. El malestar también se ha sentido adentro del país; los ciudadanos han tomado -en varias ocasiones- frente a las reformas y la aprobación del gobierno está por los suelos (al igual que el resto de la región).
A todo esto, se suma la “crisis política” que se está viviendo en Chile. Esta, es producto de diferentes escándalos que ponen en duda la legitimidad de los políticos chilenos. Estos escándalos son principalmente causados por problemas de dinero y política. Con esto, todo se pone peor y la política en Chile se ve inmersa en problemas mientras los cambios en en el país se están viviendo. Actualmente, se están implementando y discutiendo reformas al mercado laboral, al sistema educacional y a la misma democracia. Pero mientras esto ocurre, otros procesos pasan desapercibidos, así se ha logrado que un cambio a la Constitución sea inminente y que temas como la seguridad social y otros comiencen a rondar. Ya nuestro país es víctima de la hegemonía cultural socialista que se ha introducido en la sociedad por mucho tiempo. La situación no resiste más análisis: Chile está siguiendo el mal camino.
Con todo esto sobre la mesa sorprende otro acontecimiento: ¡La presidenta pidió la renuncia de todos sus ministros! Y poco se sabe qué esperar de esto. Con todas las confusiones del presente, esto deja mucho por lo que pensar, pues es bueno tener en cuenta que varios de sus ministros están involucrados en algunos de los escándalos ya mencionados. Pero la pregunta aún es legítima ¿Qué estaba pensado la presidente al hacer algo así? Me parece que hay dos posibles razones más claras, pero no puedo afirmar cuál de las dos es más grave.
La primera responde a una especie de continuación del proceso por el desprestigio de las instituciones de Chile. Una medida así, parece -a primera vista- como un desquicio del ejecutivo en el que vemos caer por la borda nuestros principios republicanos. Con esto quiero decir que la “seriedad” de la que ha gozado Chile para hacer sus cosas, está pronta de desaparecer. Pareciera que una desarticulación de todo el gabinete responde a una situación de desesperación, en la que se busca subir la popularidad y la aprobación con medidas extrañas y que incluso pueden ser consideradas demagógicas.
Por otro lado, tenemos un panorama igualmente desalentador. Esta otra opción me parece gravísima, no por el acto en sí, sino por lo que conlleva. Podríamos pensar, con algo de reflexión, que esta medida es solo una cubierta, nada más que una sombra que intenta ocultar ciertas situaciones y llamar la atención en orden de que otros proyectos se concreten. Este puede ser el caso de la Asamblea Constituyente, donde se está poniendo una nueva situación para que así este proyecto de cambio a la constitución se concrete con mayor facilidad. Esta puede ser, entonces, una grandiosa distracción que puede traer resultados nefastos.
De momento, hay que esperar a ver cómo se desarrolla la situación, pero si algo puedo advertir es que no será algo positivo. Esta medida, aún no significa nada pero si da señales de lo que está pasando. Chile se encuentra en una situación crítica en la que se pone en duda el futuro del país. Bien podemos seguir el camino hacia el estatismo y la intervención, pero también son posibles cambios ¿Qué hará falta para que Chile tome el buen camino nuevamente? ¿Hasta qué punto habrá que llegar para darnos cuenta de los errores?
Por: Raimundo Cox – Analista Circulo Acton Chile | Foto: radio.uchile.cl