Hay dos aspectos cruciales en los cuales las respuestas romántico-sexuales de un hombre son psicológiamente reveladoras: en la elección de su compañera y en el significado que para él tiene el acto sexual.
Un hombre que se estima a sí mismo, que se ama y ama la vida, siente una intensa necesidad de hallar seres humanos a quienes pueda admirar, de encontrar un igual espiritual a quien amar. La cualidad que más lo atrae es la de la autoestima, la estima personal y un claro sentido del valor de la existencia. Para un hombre así, el sexo es un acto de celebración, y su significado es un tributo a él mismo y a la mujer que eligió, la forma final de experimentar concretamente, y en su propia persona, el valor y la alegría de estar vivo.
La virtud del egoísmo – Ayn Rand
Muchas veces, la razón de la infelicidad de una persona radica en el hecho de que eligió por impulso y no con suficientes razones, a quien tiene como pareja. Si bien el amor romántico no es más que un complemento al amor propio -lo cual significa que amar no es una clase de dependencia sino de libertad-, a quien elegimos como compañía es clave para que el día a día no se haga una tragedia.
En un tono muy personal, la infelicidad de la mujer yace en aceptar estar con el «peor es nada», y la del hombre es estar con «mujeres que no valen nada». Decisiones por impulso, la emoción del momento y el desespero por no soportar la soledad, son las causas comunes de que la vida en pareja sea una completa infelicidad.
Para quienes eligen de esta manera con quién comparten su vida, el placer sexual no es más que un disfrute superficial. Aún así, muchos son los casos de quienes ni siquiera consiguen placer en lo que está a simple vista; que en el acto sexual no encuentran más que otro momento para odiar a quien tienen al lado y a sí mismos.
Y es que el sexo -practicado con la persona ideal- no es más que una exaltación de la propia autoestima. Es la comprensión mutua, el entendimiento y el reconocimiento de que ambos comparten valores que para los dos son de suma importancia. Es un festejo, una ovación al hecho de que ambos se reconocen y respetan por lo que son: dos personas independientes.
Por: José Miguel | Foto: stormcloudmedia.wordpress.com