El trabajo productivo es el área más importante a través del cual el hombre experimenta el disfrute de la vida. En el trabajo, el hombre gana el sentido básico de control sobre la existencia, el sentido de la eficacia, que es el fundamento necesario para obtener la capacidad de disfrutar los demás valores.
Una de las características que identifican al hombre que se estima a sí mismo, que considera al Universo abierto a sus esfuerzos, es el profundo placer que experimenta en el trabajo productivo de su mente; su alegría de vivir es alimentada por una incesante preocupación por crecer en conocimiento y habilidad, por pensar, alcanzar, avanzar, enfrentar nuevos desafíos y superarlos, por ganar el orgullo de una eficacia con continua expansión.
La virtud del egoísmo – Ayn Rand
En el trabajo productivo, un individuo dedica su tiempo, energía y talentos para lograr aquello que necesita para mantener su propia vida. Producir prolonga su existencia, al mismo tiempo que le permite experimentar el sentido de pertenencia entre el resultado de su trabajo y el esfuerzo empleado, y este es el germen de lo que conocemos como: propiedad.
En este mundo, donde nada está garantizado, el trabajo productivo es el medio para convertir recursos escasos en objetos de valor para la vida de cualquier persona. Desde cultivar simples productos agrícolas, hasta procesar minerales para convertirlos en tecnología, estas acciones proporcionan a los individuos el control que necesitan para conservar su autoestima y practicar su independencia.
Por: José Miguel | Foto: 古 天熱