La virtud de la Racionalidad es el reconocimiento y la aceptación de la razón como la única fuente de conocimientos que un hombre puede poseer, su único juez de valores y la única guía para sus acciones. Significa el compromiso total de mantenerse en un estado de atención consciente y plena, con una concentración mental absoluta en toda circunstancia, en todas las elecciones, en todas las horas de vigilia.

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Significa aceptar la responsabilidad personal de realizar los propios juicios y de vivir de acuerdo con la elaboración de la propia mente (la virtud de la Independencia). Significa que nunca se sacrificarán las convicciones personales por las opiniones y deseos de los otros (la virtud de la Integridad); que jamás se intentará falsear la realidad de manera alguna (la virtud de la Honestidad), y que nunca se buscará o concederá lo no ganado o lo inmerecido, ni en materia ni en espíritu (la virtud de la Justicia).

La virtud de la Productividad es el reconocimiento de que el trabajo productivo es el proceso mediante el cual la mente del hombre sustenta su vida; el proceso que lo liberal de la necesidad de ajustarse al entorno, como lo hacen los animales, y que le da el poder de ajustar el entorno a sus necesidades.

El trabajo productivo es el camino para los logros ilimitados del hombre, y reclama los más elevados atributos de sus carácter: su habilidad creativa, su ambición, su autoafirmación, su negativa a aceptar la responsabilidad por los desastres que no provocó, su dedicacion a la meta para rediseñar la Tierra a imagen de sus valores.

El Orgullo es el reconocimiento de que uno mismo es su mayor valor y que, como todos los valores del hombre, debe ser ganado; de que todos los logros alcanzables, el que hace posible a todos los demás es la creación de nuestro propio carácter; nuestras acciones, nuestros deseos, nuestras emociones son producto de las premisas sostenidas por nuestra mente; de que así como un hombre debe producir los valores físicos que necesita para mantener su vida, también debe adquirir los valores de carácter que hacen que su vida valga la pena. Así como el hombre es un ser que genera riqueza, también es un ser que genera su alma.

La virtud del egoísmo – Ayn Rand

Son nuestras virtudes, los medios a través de los cuales alcanzaremos las metas que nos propongamos. El apego a valores como la vida, la lbertad y la propiedad requieren del compromiso individual para actuar guiados por los principios que nos permiten alcanzar y mantener en completa integidad aquello que consideramos importante.

Para vivir conscientemente, necesitamos tener claro qué es lo que consideramos correcto para nuestra vida y comportarnos en consecuencia con ello. Definir nuestras virtudes es establecer los caminos a través de los cuales lograremos llegar a los destinos que nos planteamos como objetivos de vida; sirven de base para saber qué hacer y qué no.

Un ser que desconoce sus virtudes o que considera como «virtudes» a lo incorrecto, nunca tendrá sentido de la ubicación y puede convertirse en una potencial amenaza para los derechos de otros.

Por: José Miguel  |  Foto: FREDBOUAINE