En la tercera entrega de «Eramos felices y no lo sabíamos» hablé del sueldo mínimo en Venezuela. Hoy me dispongo a hacerlo, no con datos como en las entregas anteriores, sino con una expresión muy popular en esas épocas de «oro» en Venezuela, el famoso «Ta’ barato, dame dos».
¿Quién no ha escuchado esa expresión? Quizás, si eres de 1980 para acá como es mi caso, habrás escuchado las historias de tus padres o abuelos en las que el venezolano era conocido por pronunciar esta expresión en las tiendas de Miami, Florida-USA. Cuando el dependiente de la tienda le preguntaba al venezolano si llevaría el producto, cualquier producto, el venezolano pudiente de la 4ta República respondía: Ta’ barato, dame dos.
Cuenta la leyenda que por allá en los mejorcitos tiempos de la cuarta el Bolívar tenía valor. Si querías viajar al extranjero simplemente te presentabas en la casa de cambio de tu preferencia y comprabas los dólares que quisieras o cualquier otra divisa. Esa misma leyenda narra que no habían limites, como los miserables 300$ anuales para compras por internet que te permite la 5ta república, o los 700$ al año que te permite comprar para viajar a Miami pero que ya no puedes porque no hay pasajes de avión internacionales. No, en aquellos tiempos usted compraba los dólares que podía según su capacidad financiera.
Pero lo mejor de todo no es que era ilimitado, sino que el venezolano podía pagarlos. Venezuela era un país en vías de desarrollo, creciendo económicamente y construyendo obras de envergadura a granel. Dicen que el venezolano ni siquiera pensaba en irse del país en busca de trabajo porque podía conseguir todo cuanto quisiera en Venezuela.
¿Cómo han cambiado los tiempos? Bueno, el venezolano de la 5ta República ya no dice «Ta’ barato, dame dos» sino «Ráspame el cupo». No va de viaje al exterior para gastar dolares sino para traérselos y venderlos en el mercado negro. No es recibido con los brazos abiertos en los comercios, hoteles ni restaurantes del extranjero sino que por el contrario es vigilado porque se roba productos de higiene personal en Ecuador, el papel sanitario de los hoteles y es incapaz de dejar propina en restaurantes porque 3$ en Venezuela son 300 «bolos», es decir, el 7% el sueldo mínimo.
¿El venezolano de la 5ta piensa en irse de Venezuela? Desde que se levanta hasta que se acuesta está pensando en esto, porque la República Bolivariana no es más que un cementerio de empresas que en algún momento fueron productivas, es el estacionamiento de carros más grande del mundo pero de carros a los que no se le consiguen repuestos; es el territorio con mayor inseguridad en el mundo y con los índices más altos en muertes violentas, es la economía con la inflación más alta del mundo, que en 2013 cerró en 56,2% y en agosto de 2014 la anualizada se ubicó en 63,4%.
La República Bolivariana tiene el sueldo mínimo más bajo de la región (41,67$ al mes), el precio de 1$ supera al billete de mayor denominación, el de 100Bs con lo que no puedes comprar ni medio cartón de huevos, tiene una cesta básica que supera 5 veces el sueldo mínimo, y lo peor de todo: está bajo el control de comunistas y militares cubanos y uno que otro venezolano.
¿Esas épocas del ta’ barato, dame dos? Eso era cuando Venezuela se parecía a lo que el mundo entero llama «un país». Hoy día es un cementerio.
Por: José Miguel | Foto: C x 2