En muchas ocasiones, sin darnos cuenta, las personas actuamos y hacemos cosas que nos perjudican a nosotros mismos.
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Una forma de verlo rápido y claro es la salud. ¿Cuántos productos de los que consumimos, sabemos que son dañinos para nuestra salud y aún así los seguimos consumiendo? Millones de personas que fuman, son adictos al alcohol o las drogas, demuestran que el ser humano puede atentar contra su propia vida, de forma voluntaria.
Ahora bien, hay muchas otras cosas que consumimos o hacemos, que sabemos son perjudiciales -aunque no sean tan obvias como el fumar, embriagarse o drogarse, pero no hacemos nada para cambiarlo, mejorarlo y evitarlos.
Lo mismo pasa con la con los valores, los principios y la cultura. En Twitter escribí:
Diariamente y muchas veces sin saberlo, actuamos en perjuicio propio, en lo que yo llamaría, la cultura de la auto-destrucción.
Hacemos cosas que perjudican:
– Nuestra libertad
– Nuestro dinero
– El núcleo familiar tradicional
– Nuestra cultura
– Nuestras creencias y valores— Jose Miguel 🗽 (@JP7___) March 12, 2023
Empecemos por la libertad. Hay personas que ven a la libertad como «un lugar; un destino al que tenemos que llegar». Bajo esa mentalidad, no se preocupan por vivir en libertad hoy, sino «en hacer algo para ser libres algún día».
Pero hay un detalle: la única forma de vivir en libertad no es añorándola, sino practicándola todos los días. Cuando vivimos con la mentalidad de «ser libres algún día», aceptamos un sinfín de regulaciones y controles hoy, que creemos «serán buenos para esa futura libertad».
La forma más común de auto-destrucción de nuestra libertad es: El creer hoy, que seremos libres mañana.
Los políticos nos venden esa idea para distraernos con promesas de un futuro que no ocurrirá, porque si no hacemos nada para ser libres hoy, no lo seremos mañana.
— Jose Miguel 🗽 (@JP7___) March 12, 2023
Ahora hablemos del dinero. Cuando una persona maldice al dinero o repite oraciones cliché como «el dinero es el origen de todos los males», está atentando contra sus propios valores, aunque no lo sepa.
El dinero es el resultado del esfuerzo y si no lo tomamos con seriedad, los políticos lo seguirán destruyendo y nosotros aplaudiendo. Esa mentalidad es la que nos hace apoyar políticas como excesivo gasto público, impresión de dinero y altas tasas impositivas; todas esas que nos hacen cada día más pobres.
La cultura de la auto-destrucción funciona así con el dinero: Creemos que preocuparnos por el dinero nos hace «materialistas» y «materialista = malo».
El sistema vende esta mentalidad, para poder imponer, sin resistencia, todas las políticas económicas que nos hacen más pobres.
— Jose Miguel 🗽 (@JP7___) March 12, 2023
¿Qué decir del núcleo familiar tradicional? Uno de nuestros valores más pateados y deteriorados hoy día. Cuando una persona habla de la supuesta y falsa «sobrepoblación» y usa eso como «argumento» para decir por qué no quiere traer hijos al mundo, está practicando la cultura de la auto-destruction.
También pasa con ideas como «las familias no son siempre buenas» o «cualquier forma de unión civil, es familia». Pero, ¿Por qué el sistema querría destruir la familia? Porque esta es la primera comunidad de la que formamos parte en nuestra vida y representa un símbolo de unión, fuerza y trabajo en equipo; todo lo que el mal desprecia.
No querer formar una familia porque «más niños en el mundo es sobrepoblación» o «las mujeres no vinimos al mundo solo para parir» y el famoso «la familia es una figura del sistema patriarcal», son formas de practicar la cultura de la auto-destrucción.
Las tres ideas son mentira.
— Jose Miguel 🗽 (@JP7___) March 12, 2023
Agrupemos ahora la cultura, creencias y valores. Diariamente, quienes crecimos en Occidente, solemos repetir las falacias que nos vende la maquinaria mediática sobre «lo malo que es la modernidad» y «lo materialistas que somos los americanos y occidentales».
Son muchas las personas que constantemente critican y desprecian la cultura, creencias y valores con las que crecieron, como el trabajo duro, el ahorro, una fe cristiana, las familias numerosas y la modernidad.
La forma más profunda en la que se practica la cultura de la auto-destrucción es: el desprecio por nuestras creencias, valores y cultura.
Al criticar y despreciar la forma en la que vivimos, la gente cree que lo hace para «para evolucionar», pero terminamos condenados al atraso.
— Jose Miguel 🗽 (@JP7___) March 12, 2023
La cultura de la auto-destrucción es como el cáncer: toma posesión de nuestra vida sin que lo sepamos, va carcomiendo las partes elementales que están supuestas a mantenernos vivos, nosotros mismos lo alimentamos en la ignorancia y cuando nos damos cuenta, ya es tarde, pues el diagnóstico es una enfermedad terminal.
Cierro con esto:
La libertad, el valor del dinero, el núcleo familiar tradicional, nuestra cultura, creencias y tradiciones, no son cosas que debemos añorar y esperar que algún día volvamos a tenerlas.
¡Para tenerlas, hay que practicarlas!
El no hacerlo, es perderlas; es auto-destrucción.
— Jose Miguel 🗽 (@JP7___) March 12, 2023