Para ponerlo en contexto, imaginemos lo fácil que sería nuestra vida si al tener un negocio, todos los clientes estuviesen obligados a comprarnos lo que ofrecemos aunque no lo quieran o no lo necesiten.
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Tiempo estimado de lectura: 5 minutos
Nadie puede decir que no, de hecho, si se niegan a comprarnos van presos o enfrentan severas multas. No importa si nuestro producto o servicio es malo, no te puedes quejar, ni dejarlo de pagar, de hecho, se paga con suscripción periódica y de por vida.
Esta aberración solo existe bajo la figura de una institución: el gobierno. En Twitter escribí:
No puede existir gobierno limitado si el dinero le fluye a sus cuentas de forma ilimitada.
La sola existencia de los impuestos nos hace técnicamente imposible que podamos limitar el poder de una institución que cuenta con un ducto que le inyecta recursos 24/7, 365 días al año.
— Jose Miguel (@JoseMiguel_PG) October 8, 2022
¿Podríamos limitar el poder de una institución privada a la que el dinero le fluye de forma ilimitada? Para compararlo, usemos a Amazon, una compañía que aunque no tiene recursos ilimitados y depende de que la gente siga considerando valioso su servicio, tiene más poder económico que decenas de países en el mundo.
Muchas personas acusan a Amazon de «poder hacer lo que quiera», porque claro, tienen flujo de dinero constante y abundante. Pero el flujo de dinero de Amazon depende de una decisión voluntaria de la gente, si compran o no; en cambio, el gobierno recibe muchas más veces la cantidad de ese dinero por medio de la amenaza y la imposición.
Si queremos tener gobierno limitado, los impuestos nos harán ese camino cuesta arriba.
Llenar el bolsillo del monstruo estatal de forma permanente, sin la capacidad de poder decidir si queremos o no y si se lo merecen o no, es precisamente la base del poder político ilimitado.
— Jose Miguel (@JoseMiguel_PG) October 8, 2022
El dinero es energía y toda energía concentrada, resulta en poder. El poder puede usarse para hacer el bien o para hacer el mal y todos sabemos para cuál de los dos se utiliza el político normalmente.
Para limitar el poder de una institución como el gobierno, hay que limitar la cantidad de energía que este concentra y la principal fuente de energía de la que se vale el Estado para hacer sus marañas es la energía monetaria: el dinero.
Cuando se trata de concentración y abuso de poder por parte del Estado y de los políticos, los impuestos son la fuente de todos nuestros problemas.
Para poder limitar esa concentración de poder, el dinero que recibe el Estado no puede ser ilimitado; tiene que existir contrapeso.
— Jose Miguel (@JoseMiguel_PG) October 8, 2022
El derecho de la gente a decir «sí» o «no» a un producto o servicio, es lo que hace que las empresas compitan por ofrecer lo mejor en el mercado, al mejor precio y con la mejor calidad.
¿Tendríamos productos y servicios de calidad si estuviésemos obligados a comprarlos de forma obligatoria? Es precisamente por eso que es tan difícil conseguir gobiernos a los que podamos considerar «buenos», porque sea como sea su desempeño, estamos obligarlos a sostenerlos económicamente a través de los impuestos.
De la misma forma que las empresas compiten con otras para ganarse la preferencia y el respeto de la gente en un libre mercado, el gobierno debería ser financiado o no, dependiendo de su desempeño.
Pagarle impuestos a gobiernos malos es el equivalente a la esclavitud moderna.
— Jose Miguel (@JoseMiguel_PG) October 8, 2022
¿Queremos limitar al gobierno? Hay que empezar por un sistema de financiamiento que le permita a la gente «opt out», salirse de ese sistema si el desempeño de este es mediocre o está siendo usado para fines que no sean más que proteger la vida, libertad y propiedad de quienes lo financian.
¿Pero qué pasa si en realidad el desempeño es bueno y la gente igual no lo quiere pagar? Pues la prestación de esos servicios también debería sostenerse sobre la base de que los pagues o no.
Si el financiamiento del gobierno le ofrece a la gente la libertad de pagar o no, dependiendo del desempeño de este, también tiene que brindarle al gobierno la potestad de no brindarlo si la gente no paga por él.
— Jose Miguel (@JoseMiguel_PG) October 8, 2022
Hay quienes han propuesto que el gobierno podría tener fuentes de auto-financiamiento, como por ejemplo la concesión exclusiva un sector como la lotería. También se habla de que se pague de la misma forma que pagamos por un seguro de carro, de casa o seguro médico.
Pero mientras no tengamos el derecho de aprobar o desaprobar la gestión de un gobierno votando nuestro dinero, el gobierno nunca será limitado y si no es limitado, nosotros viviremos permanentemente en la esclavitud moderna.
Cierro con esto:
El único obstáculo que existe para probar otras formas de financiar al gobierno, no ha sido ni la inviabilidad, ni la falta de opciones, sino el gobierno mismo.
Es demasiado sabroso gobernar con cheque en blanco y mientras no se le ponga límite a eso, no habrá gobierno limitado.
— Jose Miguel (@JoseMiguel_PG) October 8, 2022