Skip to content
Por qué occidente está tan debil

Por qué Occidente está tan débil

Compartir en facebook
Facebook
Compartir en twitter
Twitter
Compartir en whatsapp
WhatsApp

Quisiera creer que Occidente es «un grande dormido, que en cualquier momento puede despertar», pero pareciera que nuestros enemigos nos han dormido de forma permanente.


 

¿Prefieres escuchar? Aquí tienes el podcast:


Tiempo estimado de lectura: 5 minutos

 

Una de las estrategias más efectivas en la guerra es: dividir. Para dividir, hay que atacar cosas como la identidad, las creencias, los valores, las costumbres y las tradiciones, cosa que se tiene que hacer de manera progresiva, porque nadie cambia a una generación de la noche a la mañana.

Históricamente, nuestro hemisferio occidental ha sido conocido por el alto apego a valores como la familia, la libertad, el trabajo duro, el respeto mutuo, la libertad de pensamiento, de asociación y la democracia, entre otros.

Los líderes de Occidente del siglo XX, enfocaban sus discursos en enaltecer y reforzar este sentido de identidad en los ciudadanos, pero eso ha venido cambiando -para mal- en los últimos 30 años.

En Twitter escribí un hilo que comienza con este mensaje:

Occidente hoy solo tiene líderes pusilánimes. Me refiero a los líderes políticos y a la gran mayoría de líderes económicos, pues nuestro sistema democrático le ha abierto la puerta a una gran cantidad de payasos que solo piensan en ganar elecciones cada 4 años.

Ni hablar de líderes filosóficos, o intelectuales, pues no los hay. A quienes conocemos como «intelectuales» en nuestros países, no son más que desaliñados come libros de izquierda, que trabajan para los tiranos a sueldo, porque en condiciones normales se morirían de hambre con sus fracasadas ideas.

Así de debilitado está el «liderazgo» en Occidente.

Toda esta debilidad responde a un plan muy bien ejecutado de nuestros enemigos: debilitar a Occidente desde adentro.

¿Cómo? Atacando nuestras tradiciones, usando la democracia en nuestra propia contra, dividiendo a las familias al obligarnos a migrar de nuestros países a otros en condiciones deplorables, y una de las formas más efectivas de la que pocos hablan es: a través del sistema democrático.

La democracia ha sido una bandera que Occidente ha alzado con orgullo, frente a dictaduras y tiranías como la rusa y la china. Nos hemos jactado de ser «países democráticos», pero, notemos esto: la democracia ha dado paso a que le entreguemos el poder a los más pusilánimes de nuestra sociedad.

¿Han pensado que los enemigos de Occidente podrían estar infiltrando nuestro sistema democrático, para que elijamos a los peores candidatos y así terminemos con débiles en el poder? No es un secreto que Rusia, China y otros enemigos en el Medio Oriente, intervienen en nuestros sistemas electorales.

Nuestras instituciones están debilitadas. Nuestros países están gobernados por criminales, por payasos, por enclenques políticos que parecen tener más en común con nuestros enemigos, que con nuestra propia cultura.

Vean al famoso «muro de Occidente», Estados Unidos, gobernado por un individuo con dudoso estado mental, que apenas puede caminar y que mintió en la campaña descalificando al contrincante, para llegar al poder y dejar a Estados Unidos a merced de sus enemigos.

¿Cómo ha llegado Occidente a lucir tan débil?

Hemos ido abandonando nuestra identidad, dando por sentados nuestros valores, dejando en el pasado nuestros principios y descuidando nuestra libertad, al mismo tiempo que aplaudimos la fantasía de la democracia como «un gran logro», mientras esta sirve de Talón de Aquiles de lo que alguna vez fue conocido como un hemisferio fuerte: Occidente.

Nuestros enemigos nos han infiltrado, usándonos a nosotros y a «nuestro» sistema, en nuestra propia contra.

Occidente necesita urgentemente liderazgos de verdad, liderazgos fuertes, que vuelvan a encender la chista en los ciudadanos para que arda en nosotros, el fuego de la libertad, la familia, el trabajo duro, el respeto mutuo y la independencia.

Cierro con esto:

Hasta la próxima semana.
José Miguel

Jose Miguel

Jose Miguel

Antes de conquistar el poder, debemos conquistar los medios, por eso fundé esta revista y no un movimiento estudiantil. Esta es mi cuenta de Twitter @JP7___

¿Te gustó este artículo? ¡Compártelo!

Compartir en facebook
Facebook
Compartir en twitter
Twitter
Compartir en whatsapp
WhatsApp

Revista tu email una vez te suscribas

Revista tu email una vez te suscribas